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Guión de Fernando
INTERIOR CAMARÍN LUPE QUINTANA - NOCHE
Lupe Quintana sentada frente a un espejo. Se la ve fatigada. Triste.
Se masajea el rostro con una crema amarilla. Descubre, por fin, detrás de ella, observándola, a Fernando Castelli.
LUPE QUINTANA: ¿Qué hace aquí? ¿Qué quiere?
FERNANDO CASTELLI: La quiero a usted. (Con tétrica desmesura:). La amo.
LUPE QUINTANA (Fatigada, —con resignación y dolor): Ya me amaron a mí. Y ya dejaron de amarme. Y también, ya, nunca, van a volver a amarme. Todo eso terminó.
Fernando, como reflexivo, asiente con la cabeza.
FERNANDO CASTELLI: ¿Todo termina, no?
LUPE QUINTANA: Todo.
FERNANDO CASTELLI: ¿La vida también?
LUPE QUINTANA: La vida también.
FERNANDO CASTELLI: ¿La suya también?
Lupe deja de masajearse. Gira hacia Fernando. Ya no lo mira a través del espejo. Ahora lo mira a él, a los ojos, con franqueza.
LUPE QUINTANA: La mía también. Algún día. A veces pienso: cuanto antes mejor.
FERNANDO CASTELLI: En eso puedo ayudarla, señora. Cuanto antes puede ser… ahora.
Fernando mueve con inaudita velocidad su mano derecha. Hay en ella una navaja. El movimiento es de derecha a izquierda. La navaja cercena profunda y extensamente el cuello de Lupe Quintana, que abre grandemente sus ojos, lanza una bocanada de sangre y cae para no levantarse jamás.