XXXII A toda marcha
«El segundo es el primero de los
perdedores»
Ayrton
Senna
Friends will be
friends, when you're in need of love they give you care and
attention... Menos mal que Miguel no sabía que la melodía que
sonaba cuando llamaba a su amigo era precisamente ésa, o de lo
contrario estaría todo el rato tomándole el pelo. Lorenzo descolgó
su móvil, silenciando a Freddie Mercury.
—Hola, Migue.
—¿Qué tal? ¿Te pillo en mal momento?
—No, estoy en casa ya. Íbamos a comer en
breve. ¿Querías algo?
—Hombre... quería saber si lograste hablar
con nuestro hombre.
—Sí, pasé toda la mañana en el parque. Acabo
de llegar. Conseguí dar con él y hablamos brevemente...
—... ¿y bien?
—No tengo mucho que contar. No estaba para
nada por la labor de colaborar. Como era de esperar, vaya.
—Sí.
—Me identifiqué como el dueño del perro
perdido, le dije que había hablado con su mujer el día anterior. No
se avino a razones, así que tuve que cambiar de táctica.
—¿Y qué hiciste?
—Le dije que era de la secreta.
—Estás chiflado.
—Sí, un poco «giradín del tanque», como dice
una amiga mía, es posible que esté, pero no se me ocurría otra
cosa.
—Si se enteran de que te haces pasar por
policía, te puede caer una gorda...
—Sobre todo en casos de
reincidencia...
—Sobre todo... ¿Sacaste algo en
limpio?
—Se puso muy nervioso cuando le dije que lo
del perro era una tapadera y que en realidad investigaba lo de
Ricardo. Sabe algo, pero no me quiso decir nada y se marchó a la
carrera. Habrá que seguir insistiendo. Mañana es posible que me
vuelva a pasar por allí, creo que él irá otra vez. Romper la rutina
le puede suponer tener que darle más explicaciones a su mujer y no
creo que quiera.
—¿Mañana? Mañana hay carrera en la tele,
¿eh?
—¿Motos?
—Joder, parece que no estás en este mundo.
¿No sabías que mañana hay carrera?
—Pues no, estoy totalmente desconectado del
mundo esta semana. No sé qué tendré en la cabeza, ¿eh? Como si
estuviese investigando un caso de asesinato o alguna chorrada por
el estilo...
—Bueno, anda, te lo pasaré por esta vez.
Mañana hay Fórmula 1, y también hay motos.
—Llevo toda la semana sin ver la tele, y
apenas he mirado Internet para algo que no fuese el caso de Moreda,
normal que no me entere...
—Na, ver la tele
no hubiese supuesto ninguna diferencia. Teniendo en cuenta que en
la 1 no tienen ni pajolera idea de que existe la Fórmula, y en la
Sexta pasan por completo de las motos...
—Ya, también es verdad. Vaya una mierda de
medios de comunicación, lo que no emiten ellos no existe...
—Así va el país.
—Pues sí.
—¿Y qué corren a las dos ambos?
—No, las motos son en Laguna Seca.
—De noche entonces.
—Sí, a las once. Todavía estás a tiempo de
ver esta noche la clasificación.
—Mmm, si se me arregla lo veré. ¿La Fórmula
1 sí es a las dos?
—Sí.
—¿Entonces es en terreno civilizado?
—Si Hockenheim te lo parece...
—Aceptamos Alemania como terreno civilizado.
¿Quién ha hecho la pole?
—¿A ti qué te parece?
—¿«Frigodedo»?
Se referían así a Sebastian Vettel por su
afición a levantar el dedo índice de su mano derecha cada vez que
conseguía la pole position o ganaba una
carrera, algo que estaba ocurriendo con frecuencia en las dos
últimas temporadas.
—Sí, señor. El teutón vuelve a salir
primero, esta vez en casa. Alonso segundo, y flípalo, Massa
tercero.
—¿Los McLaren?
—Sexto y séptimo, o quinto y sexto. Algo
así.
—¿Hamilton delante?
—No, Button.
—Bueno, puede estar interesante la
carrera.
—Si en la salida no se distancia Vettel, sí,
puede estar bien.
—Bueno, ¿alguna cosa más?
—No, te dejo que vayas a comer. Infórmame si
descubres algo.
—Lo haré. Nos vemos.
—Hasta luego.