VI Waka Waka (Esto es África)
«Todo cuanto sé con mayor certeza sobre la
moral y las obligaciones de los hombres, al fútbol se lo
debo»
Albert
Camus
Terminó de sonar el
himno de España, así que ya está todo preparado para que comience a
rodar el balón en esta —esperemos que— apasionante final del
Mundial de Sudáfrica 2010. Recordemos las alineaciones de ambos
equipos. Holanda partirá con Stekelenburg en la portería, Van der
Wiel en el lateral derecho, Gio Van Bronckhorst en el izquierdo,
Heitinga y Matthijsen como centrales. En el medio-centro Van Bommel
y De Jong, con una línea de tres por delante, con los extremos
jugando a pierna cambiada, Robben en la derecha y Kuyt en la
izquierda, y Wesley Sneijder por el centro. Y arriba como único
punta, Van Persie. Por España jugarán: Iker Casillas bajo palos,
Sergio Ramos en el carril derecho y Capdevila en el izquierdo; con
Puyol y Piqué como pareja de centrales. En el medio del campo, Xabi
Alonso y Busquets en el doble pivote, Xavi Hernández digiriendo el
cotarro, Iniesta arrancando desde la derecha y Pedro desde la
izquierda. Arriba y para el gol, "El Guaje" David Villa. Arbitrará
el inglés Howard Webb. Qué nervios, madre mía, España está a punto
de disputar toda una final de la Copa del Mundo...
Lorenzo y Sara estaban ya cómodamente
sentados en el sofá ante el televisor, siguiendo el partido con
mucho entusiasmo; incluso ella, a quien el fútbol por lo general no
le interesaba ni lo más mínimo, en esta ocasión mostraba un gran
interés y excitación ante la magnitud del evento.
¡Huuuy! España ha
estado a punto de marcar en una falta lateral que Sergio Ramos ha
cabeceado y el guardameta holandés Stekelenburg ha desviado,
adornándose con una palomita. Pinta bien esto para los
nuestros.
Miguel Canales había vuelto para la ocasión
a casa de sus padres y, junto a éstos y a sus dos hermanos, Alberto
y Eva, se congregaban en el salón para presenciar todos juntos la
final.
—Estos holandeses no tienen nada que hacer
contra la magia de España —comentaba el padre de Miguel—. La clave
va a estar en el juego del medio del campo y ahí somos muy
superiores.
—Sí, papá, pero no siempre gana quien juega
mejor.
—Hay que tener fe, hijo.
El balón colgado desde
la banda derecha, Villa que la engancha con la zurda y... ¡¡Fuera!!
Se ha ido por muy poco. España sigue siendo superior.
Jorge Martín y su mujer habían hecho las
paces, si es que acaso podía decirse que estaban enfadados. En
realidad, simplemente él le inspiraba desconfianza últimamente.
Llevaba un par de días comportándose de un modo muy raro: primero
con su extraña lesión de tobillo, y posteriormente con su
reticencia a hablar del tema y su insólita obsesión por las
noticias de sucesos, como si tuviesen algo que ver con él. Pero
había llegado la hora del fútbol y eso en aquella casa era sagrado,
y más tratándose de la selección. Ahora ambos estaban ante la caja
tonta, sin perderse ni un segundo de las evoluciones de tan crucial
encuentro para la historia del deporte en este país.
Qué barbaridad lo de
este árbitro. De Jong acaba de hacerle un entrada salvaje a Xabi
Alonso, le ha propinado una auténtica patada de kárate en el pecho
y el colegiado se ha contentado con enseñarle la cartulina
amarilla. ¿Qué más tienen que hacer para que los expulsen? Se están
hinchando a pegar estos tulipanes y el árbitro apenas saca
tarjetas. En fin, esperemos que Xabi pueda continuar.
David Braña, su esposa y sus dos hijos,
Rubén y Nerea, de cuatro y seis años, vestidos respectivamente con
las camisetas de David Villa y Fernando Torres, contemplaban
absortos cómo la primera parte se acercaba a su fin con el empate
en el marcador.
—Está al caer el gol —repetía con más buena
voluntad que convicción David, sobre todo para animar a los
pequeños, que comenzaban a dudar de «La Roja».
Estamos ya en el tiempo
añadido. Cuidado que Van Persie recibe de espaldas en la frontal,
la deja rápidamente para Robben que viene por la derecha, ojo que
éste no se lo piensa, se la coloca con dos toques en la pierna
izquierda, chuta y ¡¡paró Casillas!! Robben logra sacar un chut en
un suspiro, ante la atónita mirada de Capdevila, pero Iker
reacciona rápido y despeja a corner un disparo que iba ajustadísimo
al poste izquierdo de la meta española. De la que nos ha librado
San Casillas.
—Es el catecismo, Sara —afirmó con
satisfacción Lorenzo—. Hace años era el catecismo del Madrid en la
Champions, y ahora es el de la selección. Mientras Casillas lo pare
todo, podemos estar muy tranquilos, esto no se nos escapa.
No hay tiempo para más,
acaba la primera parte con el empate a cero inicial y la sensación
de que España es mejor pero el gol no llega. Lamentable hasta el
momento el arbitraje de Howard Webb, que no creo que pueda, o deba,
dormir muy tranquilo con la que está armando. Los holandeses están
pegando de lo lindo y el tío no pita nada. Y cuando pita, no saca
tarjetas. Un auténtico desastre. Holanda ha hecho una apuesta
arriesgada por no dejar jugar y limitarse a repartir estopa y
esperar si caza alguna contra muy aislada, y España quiere, y de
momento no puede, jugar.
David, su mujer y sus hijos aprovecharon el
descanso para ir al baño. Por su parte, Jorge había salido al
balcón a estirar las piernas. En casa de los padres de Miguel se
había constituido un pequeño debate; mientras la madre calentaba la
cena, Miguel, sus dos hermanos y su padre comentaban la táctica a
seguir.
—Yo creo que la clave está en el juego de
bandas. —Enrique, el padre, llevaba la voz cantante.
—¿Pero qué bandas, papá? Si en la España
actual juegan todos por dentro.
—Pues por eso precisamente. Deberían sacar a
alguien de banda.
—¿Navas? —apuntó Alberto.
—Sí, por ejemplo. O el chavalín este del
Valencia, el asturiano.
—Mata —indicó Miguel.
—Sí, ése. Cualquiera que sea rápido y juegue
por fuera puede hacer mucho daño a la defensa holandesa.
—Sí, pero con todo lo que están repartiendo,
va a dar igual intentar jugar por las bandas o no —señaló con
escepticismo Miguel—. Yo no entiendo cómo es posible que no haya
echado a nadie todavía.
—El árbitro no es malo, es malísimo —se
quejó Enrique—. No sé cómo puede pitar una final un árbitro
así.
En casa de Lorenzo y Sara, el primero había
quitado la voz a la televisión y había puesto la radio para
escuchar qué se comentaba.
—Molaba mucho más cuando Paco estaba en la
Ser y no en Telecirco —se lamentó
Lorenzo—. El Carrusel era mucho más entretenido. —Y cambió el dial
para poner Onda Cero y su Radioestadio. En el programa de los
Javieres, Ares y Taboada comentaban con sus invitados los mejores
momentos de la primera parte.
—¿Qué tiene que cambiar España en la segunda
mitad? —preguntó Javier Ares.
—Yo creo que nada. —Azkargorta fue el
primero en contestar—. En esta primera parte hemos visto lo que ya
sabíamos de antemano, España toca mejor el balón y Holanda va a
esperar agazapada a tener su oportunidad. Yo creo que de momento no
hay que tocar nada, el equipo está bien tal cual está, hay que
seguir intentándolo, hemos tenido ya varias ocasiones claras.
—Sí, pero no se te olvide que la última y
una de las más claras la han tenido ellos en el último minuto
—contraatacó Ares—. ¿Tú cómo lo ves, Gica?
El rumano tomó la palabra.
—Estoy bastante de acuerdo con Azkargorta.
Creo que España tiene que seguir haciendo su fútbol, de juego, de
toque, de controlar el mediocampo, y el gol tiene que llegar.
—Me alegro de que seáis tan optimistas, yo
no lo veo tan claro. ¿Y qué me decís del árbitro? Que nos han
estado dando la del pulpo...
—¿La del pulpo Paul? —apuntó Taboada, con su
sarcasmo habitual.
Ares continuó sin hacer el menor caso a su
compañero.
—Que le han dado una patada a Xabi que casi
le traspasan el pecho y ha sacado amarilla y de milagro, como
pidiendo perdón. ¡Ya está bien, hombre! Qué vergüenza de
arbitraje...
Todo preparado para que
comience la segunda parte. No hay cambios en ninguno de los dos
equipos. Cuarenta y cinco minutos por delante para la gloria o el
fracaso. Y esperemos que sea lo primero. ¡Vamos, España, que este
Mundial tiene que ser nuestro!
Con el pitido que daba comienzo a la segunda
mitad, Lorenzo apagó la radio y volvió a permitir que Paco González
y, desgraciadamente, JJ Santos fuesen los que pusiesen palabras a
la crónica de la final.
—¿Qué habías puesto en la porra? —preguntó
Sara.
—Un 2-1 a nuestro favor, pero tal y como
están las cosas, lo veo chungo. Con un 1-0 vamos que tiramos, y
tampoco lo veo muy claro de momento.
Sneijder la roba en el
medio y da un pase largo al hueco. Atención a la contra del equipo
holandés. Cuidado, que Robben se planta solo ante Casillas. Vamos,
Iker, tú puedes. Robben chuta por abajo, Casillas al suelo...
¡¡corner!! Mamma mia, ¡¡la que ha sacado Casillas!! La ha tenido
ahí Holanda. Genial pase de Sneijder, aprovechando que España está
volcada en ataque, ha logrado encontrar el hueco para la carrera de
Arjen Robben, éste se ha plantado solo ante el portero e Iker ha
desviado a ras de suelo con la pierna derecha, demostrando que
sigue siendo el mejor del mundo en el mano a mano con el delantero.
Corner para Holanda. Empieza a pintar feo esto.
Sandra y Jorge se apretaron el uno contra el
otro ante el peligro vivido con la ocasión holandesa. Parecía que
el fútbol unía más de lo que cabría esperarse. Entre tanto, los
hijos de David comenzaban a impacientarse.
—Papá, ¿cuánto falta para acabar?
—Todavía queda media hora, pequeña. No os
preocupéis, que vamos a ganar.
Navas se cuela en
velocidad por la banda derecha, lanza un centro-chut, Heitinga se
resbala dentro del área, la bola le cae a Villa, vamos Guaje, chuta
con la zurda y... ¡¡corner!! Villa desde dentro del área pequeña le
pega con la zurda y Heitinga, que seguía en el suelo tras su caída,
ha logrado despejar a saque de esquina con la bota derecha. Sigue
España achuchando a los tulipanes pero no hay manera de enchufar
una.
—¿Veis? Lo que yo decía, hacía falta abrir
el juego por las bandas. —Enrique sacaba pecho ante el jugadón de
Navas. Sus hijos asentían con la cabeza, pero sin despegar la vista
de la pantalla.
Xavi bota el corner al
medio, Ramos entra con fuerza y ¡¡¡fuera!!! Ha rematado
completamente solo en el centro del área pero el balón se ha ido
por encima del larguero.
—Ufff, ahí estaba —resopló Miguel, que veía
con resignación cómo se escapaba una nueva ocasión por muy
poco.
Tres minutos de tiempo
extra. Tres minutitos para sufrir y ganar... o irnos a la
prórroga.
—Lo que no se ha ganado en noventa minutos
no se puede perder en tres —pregonó Camacho.
—Ya estamos con los tópicos —bufó Lorenzo
mientras Sara sonreía—. La verdad que no quería decir nada, pero
hace ya veinte minutos o así que esto olía a prórroga que tiraba
patrás.
Atención que Fábregas
se planta solo ante Stekelenburg, chuta cruzado con la izquierda y
¡¡paradón de Stekelenburg!! El meta holandés ha sacado con la
pierna, a lo Casillas, ante el chut a bocajarro de Cesc. Era una
ocasión muuuy clara. España sigue perdonando...
—Ahora dirán la de «y el que perdona,
pierde» —apuntó Lorenzo.
—... y ya sabemos que el que perdona, pierde
—continuó JJ Santos.
—Pero hoy no va a ser así —interrumpió José
Antonio Camacho—, porque hoy España va a ganar y va a ser
campeona.
—¡Claro que sí, vamos España, a por la
heroica! —añadió Paco González.
Mathijsen nos mete el
miedo en el cuerpo. Saque de esquina desde la derecha en el ataque
holandés y el central Mathijsen se anticipa a Capdevila y remata de
cabeza de espaldas a portería. Afortunadamente, la bola se fue por
encima de la meta de Casillas.
—Hoy los servicios médicos van a tener
bastante trabajo —vaticinó Lorenzo—. Como lleguemos a los penaltis,
a más de uno le da un infarto.
—¡Pero chuta, coño! ¡Chuta! —Lorenzo se
desesperaba ante el exceso de toque de la Roja.
Iniesta se internó en
el área y tenía disparo pero se durmió hasta que se le echaron
encima y desviaron a corner.
—Joder, ¡pero si no tiran a puerta!
—protestaba indignado el padre de Miguel.
—¿A qué narices esperaba para tirar? —rugió
Jorge.
España sigue dominando
pero ojito a las contras de Holanda, en especial cuando sale Robben
en carrera.
¡Eso es tarjeta! Y la
saca. Sí, sí, se la saca. Pues es la segunda, así que a la calle.
Iniesta se iba a internar en el área y Heitinga le agarra sin
ninguna intención de jugar el balón y le derriba. Segunda amarilla
y Holanda se queda con uno menos, a falta de once minutos para el
final de la prórroga.
Falta peligrosísima a
favor de Holanda. El especialista Wesley Sneijder chutará desde la
frontal. Me da mucho miedo cómo chuta este tío las
faltas.
—¿A quién demonios se le ocurre hacer una
falta al borde del área a cinco minutos del final? —Enrique se
desesperaba.
—Y encima chuta Sneijder... —contribuyó
Miguel—. Ufff, no quiero ni verlo.
—Madre mía —murmuró Lorenzo—. Éste es un
fenómeno a balón parado. Cada vez que pienso en la portada del
Marca cuando echaron a éste y a Robben... «Bienvendidos» decían...
Hay que joderse. Menudo ojo clínico tiene el Florentino...
Sneijder toma
carrerilla, le pega duro, como es habitual en él y... el balón
tropieza en la barrera y se va a corner, cerquita del palo derecho
de Casillas.
—El árbitro ha dado puerta.
—Pues... —Paco González duda mientras
contempla la repetición, pero acaba dando la razón a Camacho—. Sí,
sí, ha dado puerta pero era un corner como una casa. Bueno, pues
mejor, que nos lleva pitando mal todo lo demás.
Fernando Torres por la
izquierda, está de delantero centro Iniesta, para él va ese
balón... Van Bommel despeja como puede, le cae a Cesc, éste para
Iniesta, Iniesta controla en el área, chuta con la derecha y
¡¡¡GOOOOOOOOOOOOOOOLLLL!!!
—¡¡¡Gooooooooooooooooooooollllllll!!!
Los gritos de júbilo eran un clamor en todas
las casas. Miguel, sus padres —su madre había dejado de recoger la
mesa para ver el final de la prórroga— y sus hermanos; David, su
esposa y sus hijos, que habían logrado vencer el sueño; Jorge y su
mujer, totalmente reconciliados, al menos durante esos noventa
minutos que se habían convertido en ciento veinte; Lorenzo y Sara.
Todos daban saltos, apretaban los puños, se fundían en
interminables abrazos y coreaban el mítico «campeones, campeones,
oe, oe, oe».
—¡¡Goool!! ¡¡¡Goool, goool, goool!!
—continuaba gritando Paco.
—¡Iniesta de mi vida! —Camacho estaba fuera
de sí.
—¡¡Gooooooooooooooool de Iniesta!!
¡¡Gooooooooooooooool de España!! A falta de cuatro minutos, somos
campeones del mundo. Frotó la lámpara, salió el genio: Andrés
Iniesta. España 1 - Holanda 0. Gol de España, gol de Iniesta. —Paco
prácticamente ya no tenía voz pero en ese momento todo daba
igual.
Howard Webb mira el
reloj. ¡¡¡FINAAAALLLL!!! ¡¡¡Finaaal, finaaal, finaaal!!!
—¡¡¡Síííí!! ¡¡Campeones del mundo!!
—¡¡Campeones!!
—Campeones, campeones, oe, oe,
oeeeee...
Camacho, JJ y Paco se quitaban la palabra
unos a otros. Incluso el siempre comedido Guillermo Amor, casi
inédito durante toda la retransmisión, festejaba con ellos y se
unía a los cánticos.
¡España campeona del
mundo!
Un breve silencio.
Es que no podíamos ni
hablar porque se nos ha caído todo. ¡Campeones del mundo, España
gana el Mundial! España gana la final de la Fifa World Cup, tras 31
días de competición...
Se desató la locura en las casas, en las
calles, en los bares... Toda la emoción concentrada de los agónicos
últimos minutos del partido dejó paso a la euforia y la
celebración. España, tras muchos fracasos acumulados, por fin había
logrado hacer historia en el deporte rey y se proclamaba campeona
del mundo en una noche para el recuerdo.