LA RED
TENGO la red donde van todos los peces.
La dicha expande el sereno pecho de la pescadora
cuando arrastra el fardo plateado.
Cargo mis hombros con todas las riquezas de la tierra.
Os llevo, os llevo a un estanque de ensueño.
En la orilla hay un pescador con una caña de oro.
En algún sitio hay dioses detrás de los bosques más densos,
nosotros, los niños extraviados, no queremos ir a otra parte sino allá.
Ir a buscar el sol llameante del porvenir detrás del bosque.