LOS CÓLQUICOS
EL prado es venenoso pero lindo en otoño
Paciendo en él las vacas
Se envenenan lentamente
Allí florece el cólquico color de ojera y de lila
Tus ojos son como esa flor
Como su ojera violáceos y como este otoño
Y por tus ojos mi vida se envenena lentamente
Con bullicio llegan los niños de la escuela
Vestidos con guardapolvos y tocando la armónica
Arrancan los cólquicos que son como madres
Hijas de sus hijas y del color de tus párpados
Que se mueven como las flores bajo el viento demente
El guardián del rebaño canta muy dulcemente
Mientras que lentas y mugiendo las vacas abandonan
Para siempre este gran prado por el otoño marchito