ESTRELLAS ENEMIGAS
LAS estrellas enemigas se elevan.
Eternamente extrañas, eternamente lejanas
tratáis de sonreíros, traicionadas por la fe de los hombres.
Toda estrella tiene una gélida mirada.
Toda estrella es altiva y solitaria en su fuerza
y no cree en el fulgor de las estrellas.
Toda estrella quiere persuadimos de que ella es todo.
Toda estrella es feliz como nadie lo es en el mundo.
Toda estrella quiere incendiar el mundo con su borde llameante.
Toda estrella avanza como un rojo resplandor en la lejanía
para destruir, devorar, quemar, ejercer su poder.