NOTICIAS PARA EL ORÁCULO DE DELFOS
I
YACEN allí todos los avariciosos,
allí el rocío de plata;
y la gran agua suspiró de amor,
y el viento suspiró.
Niamh, la que coge al hombre, se inclinó
y suspiró junto a Oisín en la hierba;
el alto Pitágoras
suspiró entre su coro de amor.
Llegó Plotino, el pecho con escamas de sal,
y observó en derredor;
tras desperezarse y bostezar por un rato,
yace suspirando como el resto.
II
Cada uno a horcajadas sobre el lomo de un delfín
y afirmados en una aleta,
aquellos Inocentes reviven su muerte,
abiertas de nuevo sus heridas.
Ríen las aguas absortas
pues sus gritos son dulces y extraños,
danzan a través de su armonía ancestral,
y los delfines se hunden,
en cierta bahía protegida por arrecifes
donde vadea el coro de amor
ofreciendo su sagrada corona de laureles,
se descargan de sus pesos.
III
Sutil adolescencia por una ninfa desnudada,
Peleo fija en Tetis la mirada.
Sus miembros tienen la delicadeza de un párpado,
Amor lo ha cegado con lágrimas;
pero el vientre de Tetis escucha.
Por la paredes de la montaña
cae intolerable música
desde la caverna de Pan.
Obscena cabeza de macho cabrío,
brutal brazo se distinguen; vientre, hombro, nalgas,
destellan como peces; ninfas y sátiros
copulan en la espuma.