EL FIN DE NERÓN11
NERÓN no se alarmó cuando supo
la profecía del oráculo del Delfos:
“Teme a los setenta y tres años”.
Tenía mucho tiempo aún para divertirse.
Tiene treinta años, y al término que el Dios le concede
es suficiente para prepararse
a los peligros que vengan.
Ahora, un poco cansado, regresará a Roma,
deliciosamente cansado de su viaje,
que fue de días y días de placer
en teatros, jardines, gimnasios;
noches en ciudades aqueas,
sobre todo el gozo de los cuerpos desnudos...
Esto pensaba Nerón, mientras en España,
Galba en secreto reúne y entrena su ejército,
ese viejo de setenta y tres años.
1918