HACIA EL SUR
CÉNIT
Esos pesares
Y jardines sin límite
Donde el sapo modula su tierno grito azul
La cierva del silencio pasa rauda y perdida
Un ruiseñor herido por amor canta sobre
El rosal de tu cuerpo cuyas rosas cogí
Nuestros dos corazones cuelgan de aquel granado
Y las flores de granada se abren a nuestra vista
Cayendo una tras otra han cubierto el sendero