GUILLAUME APOLLINAIRE
TRADUCCIÓN Y PRESENTACIÓN DE RICARDO SILVA-SANTISTEBAN
De todos, Guillaume Apollinaire (1880-1918), en varios sentidos, es el más avanzado poeta de los modernos por su peculiar visión cosmopolita del mundo y ese sentido de lo nuevo que ya en nuestras sociedades se extinguió pero que, en su obra, vive, con singular relieve, mágicamente; pero también lo es por su gracia, por su espontaneidad, por su oficio y por el fondo trágico y noble que se advierte en sus poemas que reflejan un mundo que toca a su fin. En el caso de una sociedad que se desmorona es el poeta primordial, pero la poesía de Apollinaire fue sobre todo indispensable también para convulsionar el ambiente literario que lo rodeaba y provocar la gran sacudida de la que emergerían, con poéticas coherentes y atrevidas, los distintos movimientos de vanguardia, pues con su poesía supo infundir vida a las teorías literarias que se agitaban entre sus contemporáneos. Alcools (1913) marca el límite entre la poesía del pasado y aquella que debía venir en lo futuro. Calligrammes (1918) afianza la obra de un poeta esencialmente lírico y propone el redescubrimiento del tegnopegno, rescatado del helenismo griego y del barroco europeo. Es más, creo que la suya es la única poesía visual contemporánea que puede realmente gozarse, no sólo por sus virtudes plásticas sino también literarias y que jamás se escribió motivada por un acto gratuito. En esta selección que presentamos, hemos preferido, sobre todo, al Apollinaire lírico en quien la perdurabilidad de la poesía está dada por su capacidad para producir ese momento único e irrepetible de la fragilidad de la sensación que nos otorga su proyección sentimental.
Ricardo Silva-Santisteban