WILLIAM BUTLER YEATS
TRADUCCIÓN Y PRESENTACIÓN DE RICARDO SILVA-SANTISTEBAN
Quizá lo notable de la poesía de William Butler Yeats (1865-1939) sea el participar hondamente del espíritu de dos épocas y el de ser el avanzado que, sin prescindir de su formación prerrafaelita, prepara, sin embargo, el gusto moderno. En Yeats tenemos, pues, al poeta moderno de imágenes concretas vivacísimas pero cuidadoso preservador de la tradición y del mágico secreto de los antiguos bardos. Pero esto no sería virtud suficiente si no poseyera también una poética y una retórica propias alimentadas por una fuerte personalidad. Cuando se habla de un logro poético no debería hablarse nunca de la personalidad del poeta, pero con Yeats deviene inevitable pues ésta se siente poderosamente manifiesta entre sus versos. Si la fuerza de su carácter no se advierte tanto en su teatro poético, o en su narrativa más bien débil, sí es notoria en sus ensayos literarios, pero, sobre todo, es en su poesía en que no puede dejarse de ver al hombre vigoroso y profètico aun en sus momentos de desfallecimiento. Y es que su poesía no pretende ser ni filosófica, ni moralista, ni estéticamente bella, ni modernista o de temblores líricos, aunque puede tener aunadas todas estas características. Lo que Yeats pretende a menudo es hacer aflorar en el poema, de prosodia segura y precisa, de ricas tonalidades expresivas, su alma poderosa pero atormentada por un proceso creador notable, hecha de vigorosas imágenes que representan la realidad que le tocó vivir y donde se dan cita la tradición y la modernidad. Creo que “contemplación” es una palabra que sirve para entender a Yeats y quizá mejor “meditación”, porque su poética expresiva va de adentro hacia afuera, una vez aprehendido el mundo circundante, tanto si se trata de relaciones humanas como de su aproximación a la naturaleza y al cosmos. Se entiende, pues, que su visión del mundo es metafísica pero, a diferencia de los poetas ingleses del siglo XVII agrupados bajo esta denominación, cuya característica es la acusada tendencia a la abstracción de la vida humana a un plano ideal y a la categoría de emblemas, en Yeats su metafísica toma forma, repito, a través de imágenes concretas y de estirpe moderna manifestada con una música sutil que se desprende espléndida del verso, con esa música del alma que, en suma, siempre es cuestión de vida o muerte en el verbo de un poeta.
Ricardo Silva-Santisteban