PIENSA EN SU PASADO DE GRANDEZA CUANDO FORMABA PARTE DE LAS CONSTELACIONES CELESTES
HE bebido cerveza del País de los Jóvenes
y ahora me entrego al llanto porque sé todas las cosas:
he sido un avellano del que pendían
la Osa Polar y el Arado entre mis hojas
en tiempos donde alcanzar no puede la mente:
me convertí en un junco pisoteado por caballos:
me convertí en un hombre enemigo del viento,
sabiendo sólo una entre todas las cosas, que su cabeza
no yacería en el pecho ni sus labios en los cabellos
de la amada, hasta que la muerte lo alcanzase.
Oh bestia del páramo, pájaro del aire,
¿he de sufrir vuestros gritos amorosos?
[De El viento entre las cañas, 1899]