IDUS DE MARZO7
TEME, alma, las grandezas,
y si no puedes doblegar tus ambiciones,
al menos persíguelas con cautela, recelosamente,
y, a medida que avances, vuélvete precavida, conócete.
Y cuando al fin alcances tu meta, César,
cuando seas famoso,
ten especial cuidado al salir a la calle,
notorio por tu séquito y tu fama;
si por suerte algún Artemidoro, desde la muchedumbre
se acercara trayéndote una carta y te dijera:
“lee esto al instante, contiene asuntos graves
que te conciernen”,
no dudes y detente, relega toda conversación y asunto,
aléjate de la gente que ante ti se postra
(los verás más tarde), que hasta el mismo senado espere,
y sin tardanza lee el mensaje que trae Artemidoro.
1911