MI VIDA, MI MUERTE Y MI DESTINO
NO soy sino una voluntad ilimitada,
una voluntad ilimitada, mas ¿para qué, para dónde?
Todo es oscuridad en tomo mío,
ni una brizna de yerba puedo alzar.
Una sola cosa quiere mi voluntad, pero no la conozco.
Al surgir mi voluntad, he de morir:
saludados sean mi vida, mi muerte y mi destino.
[De “Poemas de 1919-1920” de El país que no es, 1925]