23. Una ilusión útil para los sastres
Si la ilusión óptica que acabamos de describir se desea aplicar a figuras más grandes que las que puede abarcar de una vez el ojo, los resultados son otros. Todos sabemos que si una persona pequeña y gruesa se pone un vestido con rayas horizontales no parece más delgada, sino al contrario, más gruesa. Y al revés, si se pone un vestido con rayas y pliegues longitudinales (verticales) parece hasta cierto punto más delgada.
¿Cómo se explica esta contradicción? Por el hecho de que al mirar el vestido nuestra vista no puede abarcarlo de una vez sin mover los ojos; involuntariamente tenemos que seguir con la vista la dirección de las rayas, con lo cual los músculos oculares realizan un esfuerzo. Y como estamos acostumbrados a relacionar el esfuerzo que realizan los músculos del ojo con la idea de los objetos grandes, que no caben en el campo visual, pensamos inconscientemente que en la dirección de las rayas las dimensiones del. objeto (de la persona con el vestido) son mayores que en realidad. Cuando miramos un dibujo rayado pequeño ocurre lo contrario, porque nuestros ojos no se mueven y los músculos no se cansan.