9. Como el "féretro de Mahoma"
En una ocasión ocurrió un caso muy curioso mientras trabajaba una grúa de electroimán. Uno de los trabajadores se dio cuenta de que el imán había atraído una bola de hierro pesada, que estaba sujeta al suelo por una cadena corta. La cadena impedía que la bola llegase al imán; entre éste y la bola quedaba un espacio como de un palmo menor. Resultaba un espectáculo extraordinario: ¡una cadena se mantenía en pie! La fuerza del imán resultó ser tan grande, que la cadena conservó su posición vertical cuando el obrero se colgó a ella[2]. No lejos de allí había un fotógrafo que no perdió una ocasión tan oportuna. La Figura 96 es reproducción de aquella foto. Como puede verse, el obrero está colgado en el aire, lo mismo que el legendario féretro de Mahoma.
Y a propósito del féretro. Los creyentes musulmanes están convencidos de que el féretro con los restos del profeta se encuentra en el aire, suspendido entre el suelo y el techo del sepulcro, sin apoyo alguno.
¿Cómo es posible esto?
"Dicen -escribe Euler en sus "Cartas sobre diferentes materias físicas" -, que el féretro de Mahoma está sostenido por la fuerza de un imán; esto parece posible, puesto que hay imanes artificiales que levantan hasta 100 libras"[3].
Pero esta explicación es inconsistente.
Si por este procedimiento (es decir, empleando la atracción de un imán) hubiera sido posible conseguir el equilibrio del féretro en un momento determinado, cualquier impulso, hasta el soplo más leve de aire, habría bastado para romper este equilibrio. Entonces el féretro se hubiese caído al suelo o se hubiera pegado al techo. Mantener el féretro inmóvil en estas condiciones es tan imposible como hacer que un cono descanse sobre su vértice, aunque teóricamente esto último es posible.

Figura 96. La cadena de hierro con el peso se mantiene derecha hacia arriba.
No obstante, un fenómeno como el del "féretro de Mahoma" se puede realizar por medio de imanes, pero no aprovechando las atracciones mutuas, sino al contrario, las repulsiones mutuas. (El hecho de que los imanes no sólo pueden atraerse, sino también repelerse, es cosa que olvidan hasta los que hace poco estudiaron Física.)
Como sabemos, los polos magnéticos de igual nombre se repelen entre sí. Por lo tanto, dos vigas imanadas, situadas de forma que sus polos de igual nombre se encuentren enfrentados entre sí, deberán repelerse, y si el peso de la viga superior se elige convenientemente, no es difícil conseguir que quede suspendida sobre la inferior, sin tocarla, y en equilibrio estable. Lo único que hace falta es poner unos postes de material no magnético - por ejemplo, de vidrio -, que prevengan la posibilidad de que el imán superior gire en el plano horizontal. En estas condiciones sí se podría encontrar en el aire el legendario féretro de Mahoma.
Hechos de este tipo pueden realizarse aprovechando la atracción magnética, pero solamente cuando se trata de cuerpos que se mueven. En esta idea se basa un proyecto muy interesante de "ferrocarril" magnético (Figura 97), propuesto por el físico soviético B. P. Veinberg. Es un proyecto tan instructivo, que todo el que se interese por la Física debe conocerlo.

Figura 97. Un vagón que se mueve a gran velocidad sin rozamiento: "Ferrocarril" proyectado por el profesor B. P. Veinberg.