18. "Sopa de barómetro"
En su libro "A Tramp Abroad" (Viaje al extranjero) el humorista norteamericano Mark Twain cuenta un caso que le ocurrió durante su viaje a los Alpes, caso, claro está, inventado por él.
"Terminaron nuestros contratiempos; la gente pudo descansar y yo, por fin, pude dedicarme a la parte científica de la expedición. Ante todo quise determinar con el barómetro la altura del lugar donde estábamos. Pero, sintiéndolo mucho, no conseguí ningún resultado. Por mis lecturas científicas yo sabía que para obtener los datos necesarios había que hervir… el termómetro o el barómetro. Pero como no recordaba exactamente cuál de los dos, decidí hervir ambos.

Figura 89. "Experimentos científicos" de Mark Twain.
A pesar de todo no obtuve ningún resultado. Examiné ambos aparatos y me convencí de que estaban totalmente estropeados. Del barómetro no quedó más que la aguja de cobre y del termómetro pendía una gota de mercurio…
Busqué otro barómetro. Estaba completamente nuevo y era magnífico. Lo herví durante media hora en un puchero, donde el cocinero hacía sopa de habas. El resultado fue sorprendente. El instrumento dejó de funcionar, pero la sopa tomó un gusto a barómetro tan fuerte, que el cocinero - que no era tonto - cambió su nombre en el menú. El nuevo plato fue muy elogiado por todos y yo di la orden de que cada día hicieran sopa de barómetro. El barómetro quedó completamente inutilizado, pero no lo sentí. Como no me sirvió para determinar la altura del lugar, ¿para qué lo quería?"
Ahora, dejando las bromas, procuremos contestar a la pregunta siguiente: ¿qué instrumento era el que había que "hervir", el termómetro o el barómetro?
El termómetro. ¿Por qué? Porque como hemos visto en el experimento anterior, cuanto menor es la presión que soporta el agua tanto más baja es su temperatura de ebullición. Como al subir a una montaña la presión atmosférica disminuye, al mismo tiempo deberá bajar la temperatura de ebullición del agua.
Y, efectivamente, al variar la presión atmosférica se observan las siguientes temperaturas de ebullición del agua:

En Berna (Suiza), donde la presión atmosférica media es de 713 mm, el agua hierve en las vasijas abiertas a 97,5 grados, y en el Montt Blanc, donde el barómetro marca 424 mm, el agua hierve a 84,5 grados solamente. La temperatura de ebullición del agua desciende 3 °C por cada kilómetro de elevación. Por lo tanto, si medimos la temperatura a que hierve el agua (o como dice Mark Twain, si "hervimos el termómetro") y buscamos después en la tabla correspondiente, podemos hallar la altura del lugar. Pero para esto hay que tener una tabla hecha de antemano, cosa de la que se olvidó Mark Twain.
Los instrumentos que se emplean para esto se llaman hipsómetros, son tan fáciles de transportar como los barómetros metálicos, pero proporcionan unos datos mucho más exactos.
El barómetro también puede servir para determinar la altura de un lugar, puesto que directamente, y sin "hervirlo", indica la presión atmosférica. Cuanto mayor sea la altura a que nos elevemos, menor será la presión. Pero en este caso también hay que tener tablas, indicadoras de cómo disminuye la presión del aire a medida que aumenta la altura sobre el nivel del mar, o conocer las fórmulas necesarias. Todo esto fue lo que se mezcló en la imaginación del humorista y le indujo a "hacer sopa de barómetro".