5. ¿Cómo se izó el "Sadko"?
En las amplias extensiones del océano perecen anualmente millares de buques grandes y pequeños, sobre todo en tiempo de guerra. Últimamente se han comenzado a recuperar ("salvar") del fondo del mar los barcos más valiosos y asequibles. Los ingenieros y buzos soviéticos que forman las "Expediciones para trabajos submarinos especiales" (la sigla rusa es EPRON) se hicieron célebres en el mundo entero por haber recuperado eficazmente más de 150 grandes buques. Uno de los mayores fue el rompehielos "Sadko", que se hundió el año 1916 en el Mar Blanco por negligencia de su capitán. Después de estar en el fondo del mar 17 años, este magnífico rompehielos fue izado por los operarlos de las EPRON y volvió a prestar servicio.
La técnica que se emplea para izar los buques se basa por entero en el principio de Arquímedes.
Los buzos hicieron en el fondo del mar, debajo del buque hundido, 12 túneles y a través de ellos hicieron pasar unas bandas de acero fortísimas. Los extremos de estas bandas se sujetaron a unos flotadores, previamente hundidos junto al rompehielos. Este trabajo se realizó a 25 metros de profundidad.
Servían de flotadores (Figura 54) unos cilindros de hierro huecos y estancos que tenían 11 metros de longitud y 5,5 metros de diámetro. Cada uno de estos flotadores pesaba estando vacío 50 t. Su volumen, que se puede calcular fácilmente por las reglas de la Geometría, era de 250 metros cúbicos. Está claro que semejante cilindro vacío debe flotar en el agua, puesto que desaloja 250 t de agua y pesa solamente 50 t. Su poder de elevación será igual a la diferencia entre 250 t y 50 t, es decir, a 200 t. Para que el flotador se hunda no hay más que llenarlo de agua.

Figura 54. Esquema del salvamento del rompehielos "Sadko"; se muestra el corte del rompehielos, los flotadores y las bragas
Cuando (véase la Figura 54) los extremos de las bandas de acero (bragas) estuvieron bien sujetos a los flotadores hundidos, se comenzó a inyectar aire comprimido en estos últimos. A 25 m de profundidad el agua presiona con una fuerza de 25/10 + 1 atmósferas, es decir, de tres atmósferas y media. El aire se inyectaba en los flotadores a cerca de 4 atmósferas, por lo tanto, podía expulsar el agua que había en ellos. Los cilindros así aligerados eran empujados por el agua circundante hacia la superficie del mar, con una fuerza enorme. Ascendían en el agua lo mismo que un globo en el aire. Su fuerza de elevación conjunta (los flotadores eran 12) era de 200 * 12, es decir, de 2.400 t.
Esto excedía el peso del "Sadko", por lo que los flotadores sólo se vaciaron de agua parcialmente, para que el izado fuera más suave.
A pesar de todo la recuperación solamente se consiguió después de varias tentativas infructuosas. "Cuatro averías sufrió el equipo de salvamento antes de que su empresa se viera coronada por el éxito - escribe T. I. Bobritski, ingeniero naval jefe de las EPRON y director de los trabajos -. Tres veces, cuando esperábamos con impaciencia la aparición del buque, vimos subir, en lugar del rompehielos, los flotadores, que inesperadamente salían a flote envueltos en un caos de olas, espuma y mangas desgarradas que se enrollaban como serpientes. El rompehielos asomó dos veces, pero volvió a desaparecer antes de emerger definitivamente y de quedar a flote".