13. Lo que debe saber todo bañista
Los bañistas poco duchos corren con frecuencia peligros serios porque se olvidan de una consecuencia muy curiosa de la ley de la refracción de la luz. La refracción parece que sube todos los objetos sumergidos en el agua, es decir, da la sensación de que se encuentran menos profundos que en realidad. El fondo de un estanque, de un río o de cualquier depósito de agua parece casi una tercera parte menos profundo. Son muchas las personas que confiando en esta apariencia de pequeña profundidad ponen en peligro sus vidas. Esto deben saberlo en primer lugar los niños y las personas de poca estatura, para los cuales este error puede ser fatal.
La causa de esto es la refracción de los rayos de luz. La misma ley que hace que una cucharilla sumergida en un vaso de agua parezca quebrada, hace también que se eleve aparentemente el fondo (Figura 113).
Esto se puede comprobar fácilmente.
Ponga usted una escudilla o una taza sobre una mesa, coloque en su fondo una moneda y siente a un amigo delante de ella de manera que la pared de la taza le impida ver la moneda. Pídale a su á migo que no mueva la cabeza y eche usted agua en la taza. Ocurrirá algo inesperado: ¡su invitado empezará a ver la moneda!

Figura 113, Imagen deformada de una cucharilla sumergida en un vaso de agua
Extraiga usted el agua con una jeringa y… la moneda y el fondo volverán a descender (Figura 114).

Figura 114. Experimento con la moneda dentro de la taza
En la Figura 115 puede verse como ocurre esto.
Al observador (cuyo ojo se encuentra sobre la superficie del agua, en el punto A) le parece que la parte m del fondo se encuentra más alta, porque los rayos se refractan al pasar del agua al aire y llegan al ojo como muestra la figura; en estas condiciones este último ve la parte m del fondo como si se encontrara en la prolongación de la visual, es decir, más arriba que m.

Figura 115. Explicación de por qué la moneda del experimento de la Figura 114 parece que sube
Esta es la causa de que cuando miramos el fondo plano de un estanque desde una barca, por ejemplo, nos parezca que el sitio más profundo está siempre debajo de nosotros, mientras que alrededor la profundidad es menor.

Figura 116. Así verá el observador subfluvial un puente de ferrocarril tendido sobre el río (de fotografía del profesor Wood).
Es decir, el fondo del estanque nos parece cóncavo. Por el contrario, si desde el fondo de un estanque pudiéramos mirar un puente tendido sobre él, nos parecería convexo (como muestra la Figura 116; más adelante diremos cómo fue obtenida esta fotografía). En este caso los rayos pasan de un medio poco refringente (aire) a otro más refringente (agua) por esto el efecto es el contrario al que se produce cuando los rayos pasan del agua al aire. Por una causa semejante una fila de personas que estén, por ejemplo, junto a un acuario no les parecerá a los peces una fila recta, sino combada y con la parte convexa dirigida hacia ellos. Sobre cómo.ven los peces, o mejor dicho, cómo deberían ver si tuvieran ojos humanos, hablaremos con más detenimiento un poco más adelante.