3. El sueño del gorro maravilloso
La leyenda del gorro maravilloso que hace invisible a todo el que se lo pone nos llega desde la más rancia antigüedad. Pushkin resucitó en su "Ruslán y Ludmila" las tradiciones más remotas y dio una descripción clásica del poder maravilloso de este gorro.
A impulsos de un capricho tentador,
Ocurriósele un día a la doncella
Ponerse el gorro de Chernomor…
Ludmila, al punto, vueltas le dio;
Se lo puso derecho y ladeado,
hasta que del revés lo colocó.
¡Y oh, maravilla de tiempos pasados!
Ludmila del espejo se esfumó;
Volvió a darle la vuelta, y ante ella
Volvió a surgir la Ludmila primera;
Se lo puso al revés: nada otra vez;
Se lo quitó, ¡y de nuevo apareció!
"¡Magnífico! ¡Muy bien, mi mago protector!
Ahora estaré segura y sin temor…"
La posibilidad de hacerse invisible era la única defensa que tenía Ludmila en su prisión. Encubierta en su invisibilidad podía escapar a la vigilancia de sus guardianes. La presencia de la invisible prisionera sólo era delatada por sus acciones:
Por doquier, a cada instante hallaban
Sus fugaces y certeras huellas:
Ya un fruto de los que sazonaban
Y entre el rumor de ramas se perdía,
Y unas gotas de agua cristalina
Que sobre el hollado prado caían,
Y entonces, los del castillo averiguaban
Que la princesa comía o bebía…
Apenas despuntaba el alba
Iba Ludmila a la cascada
A lavarse en sus frías aguas.
El propio Karl, en un amanecer,
Desde el palacio divisó cierta vez
Que una mano, invisible en la cascada,
Chapoteante, el agua salpicaba [1].
Hace ya mucho tiempo que han sido realizadas muchas ilusiones del pasado; no son pocas las maravillas legendarias que se han puesto al alcance de la ciencia. Se han perforado montañas, se capturan los rayos, se vuela en avión mejor que en la "alfombra maravillosa"… ¿No se puede inventar un gorro maravilloso o algo para hacerse invisible? Ahora pasaremos a hablar de esto.