13. Vasijas de pega
En los siglos XVII y XVIII los grandes señores se distraían con juguetes como el siguiente: mandaban a hacer un jarro que en la parte superior tenía unos adornos calados bastante grandes (Figura 66). Este jarro lleno de vino se lo ofrecían a alguien de quien se podían burlar sin temor a las represalias. ¿Cómo beber?
Si empinas el jarro, se derrama el vino por las ranuras caladas sin que ni una gota llegue a la boca. Pasa como en el cuento:
Miel y cerveza bebí
y ni el bigote humedecí.
Pero el que sabía el secreto de estos jarros, que puede verse en la Figura 66 a la derecha, tapaba con un dedo el orificio B, cogía entre los labios el pitorro A y chupaba como si fuera de un biberón, sin torcer el jarro. El vino entraba por el agujero E, subía por el canalito que tenía dentro el asa, pasaba después por el borde hueco c y salía por el pitorro.

Figura 66. Vasija de pega de finales del siglo XVIII y corte de la misma en que se ve el canal secreto.
Los alfareros rusos hasta hace poco hacían jarros parecidos a éstos. Yo he tenido ocasión de ver uno en una casa. El secreto estaba muy bien disimulado. El jarro tenía una inscripción que decía: "Bebe pero no te mojes".