La extraña pareja, dos viejos gruñones
El estreno de "Dos viejos gruñones" (Grumpy Old Men, 1993) de Donald Petrie ha puesto en el candelero la figura de dos veteranos cómicos de la pantalla, Jack Lemmon y Walter Matthau, que en su plena madurez se disputan la mano de la madurita pero siempre vivaz Ann-Margret. Espectacular éxito que ya ha tenido su continuación, "Discordias a la carta" (Grumpier Old Men, 1995) de Howard Deutch, en donde la italiana Sophia Loren se une al formidable trío, y de propina una nueva reunión de la pareja Lemmon-Matthau en "The Grass Harp" (1996), una comedia realizada por Charles Matthau, hijo de Walter, y "Out to Sea" (1997) de Martha Coolidge.
Si "Dos viejos gruñones" tuviera otros actores posiblemente pasaría inadvertido, no obstante el carisma de Lemmon y Matthau, la química que produce su emparejamiento consigue convertir un espectáculo anodino en un alegre divertimento con sus constantes broncas, su sórdida ironía y esa extraña complicidad que se intercambian con las miradas.
La primera vez que ambos actores coincidieron fue en la memorable "En bandeja de plata" (The Fortune Cookie, 1966) de Billy Wilder, donde Lemmon era un cámara de televisión accidentado y Matthau un picapleitos sin escrúpulos deseoso de sacarles el dinero al club del campo de juego donde había transcurrido el suceso. El cinismo de Wilder es providencial y el gruñón, pero aún así simpático Walter ganó el Oscar al mejor actor de reparto consiguiendo de rebote el estrellato.
El éxito motivó que la pareja repitiera en "La extraña pareja" (The Odd Couple, 1968) de Gene Saks, basado en una comedia de Neil Simon con la que Matthau había triunfado en Broadway tres años antes. De nuevo el enfrentamiento entre dos seres dispares, dos divorciados. Si Jack es limpio, aseado y en cierto modo femenino, Walter es desastrado, sucio y maleducado.
La mejor pareja cómica desde la desaparición de Stan Laurel y Oliver Hardy tuvo nuevas ocasiones de unirse, en "Kotch" (1971) dirigida por Jack Lemmon, Walter es un abuelo maltratado por su nuera. Una mirada lúcida sobre la tercera edad, aunque Matthau era aún un actor jovial que tenía mucha carrera por delante.
En la espléndida "Primera plana" (The Front Page, 1974) de Billy Wilder, Lemmon era el mejor periodista de un periódico que se va a casar, pero su jefe Matthau no está dispuesto a perder su mejor pluma. El director austriaco consigue una de sus mejores películas, ambientada en una penitenciaría en la que se pretende ejecutar al asesino de un policía y con su sentido del humor describe las artimañas de que se vale la prensa para conseguir grandes titulares.
Wilder quiso reunir de nuevo a sus dos amigos en "Aquí un amigo" (Buddy Buddy, 1981), basado en un film francés, con Matthau como un asesino a sueldo contratado para cometer un atentado y Lemmon un pretendido suicida que le estropea el trabajito. Aunque esta película no tuviera mucho éxito, la química volvía a funcionar.
En "JFK — Caso abierto" (JFK, 1991) de Oliver Stone, Lemmon y Matthau trabajaron juntos de nuevo pero no aparecían en las mismas secuencias, "Dos viejos gruñones" nos devolvían sus entrañables disputas esta vez por las carantoñas de la encantadora Ann-Margret, devolviéndonos aquel cine de personajes que parecían perdidos para siempre entre toneladas de efectos especiales y fuegos de artificio, pero ¿quienes son estos dos colosos de la comedia americana?
Con un nombre tan kilométrico, Walter Matuschankayasky, no tenía nada que hacer en el mundo del espectáculo. Por eso, para abreviar, se convirtió en Walter Matthau, nacido en Nueva York el 1 de octubre de 1923.
Ese actor que ha hecho de la aparente antipatía su mayor simpatía, fue uno de los intérpretes propuestos para el papel del buen padre de familia en "La tentación vive arriba" (The Seven Year Itch, 1955) de Billy Wilder, (48) para quien rodó una prueba, aunque el trabajo fuera finalmente para Tom Ewell. Sin embargo, el genial realizador vienés le tuvo en mente para futuros trabajos.
Walter había debutado a los cuatro años en una representación religiosa en Nueva York, en 1939 se diploma, y tras ejercer diversos oficios en 1942 ingresa en las Air Forces USA. Desmovilizado en 1945, estudia hasta 1947 en el Dramatic Workshop de la New School For Social Research de Nueva York. En 1948, este singular actor debutó en Broadway con "Anne of the Thousand Days", (49) pero no triunfa en las tablas hasta 1958.
Tras la prueba antes aludida de Wilder, Burt Lancaster le dio un empujón introduciéndole en el mundo del cine. Pero no por ello abandonó la escena, en 1964 obtuvo un Tony por "A Shot in the Dark" (50) de Harry Kurnitz, comedia basada en "La idiota" de Marcel Achard, y un año después por la ya mencionada "The Odd Couple" de Neil Simon.
En televisión protagonizó la serie "Tallahasse 7000" (1959) y un año después dirige su único largometraje "Gangster Story" (1960). No sabemos por qué no reincidió en la dirección.
Durante muchos años Matthau se fue forjando en papeles secundarios, recordemos principalemente "Un extraño en mi vida" (Strangers When We Meet, 1960) de Richard Quine; "Charada" (Charade, 1963) de Stanley Donen; "Valiente marino" (Ensign Pulver, 1964) de Joshua Logan; "Adiós Charlie" (Goodbye, Charlie, 1964) de Vincente Minnelli, mi preferida; Espejismo (Mirage, 1965) de Edward Dmytryck, hasta alcanzar el estrellato tras su flamante Oscar por "En bandeja de plata", iniciándose así una segunda etapa en su carrera artística.
"Guía para el hombre casado" (A Guide for the Married Man, 1967) de Gene Kelly, rodada a ritmo de ballet, demostró las grandes posibilidades cómicas de Matthau. Sus facciones irascibles, su mirada perversa y su sonrisa malévola enseguida encandilaron al espectador. Era, aunque resulte paradójico decirlo, un antipático muy simpático.
Tras la breve, pero sustanciosa aparición en "Candy" (Candy, 1968) de Christian Marquand, Matthau dio la réplica a Barbra Streisand en el musical "Hello, Dolly" (Hello, Dolly, 1969) de Gene Kelly, a pesar de no tener éxito comercial sí era un film nada desdeñable con muy buenas secuencias tal vez perjudicadas por el excesivo vedetismo de esta actriz. En "Flor de cactus" (Cactus Flower, 1969) de Gene Sacks, nueva adaptación de Neil Simon, fue emparejado con la crepuscular Ingrid Bergman aunque se vio oscurecido por la debutante Goldie Hawn, la nueva bomba atómica del cine americano.
Tras varias comedias menores "Corazón verde" (A New Leaf, 1971) de Elaine May; "Eso del matrimonio" (Plaza Suite, 1971) de Arthur Hiller y el melodrama "Risas y lágrimas" (Pete'n Tillie, 1972) de Martin Ritt, con la actriz cómica Carol Burnett, Matthau se fue cansando de su encasillamiento. Películas hechas a medida para que luciera habilidades histriónicas en vez de guiones en los que integrarse como actor. El gran gruñón prefirió lo segundo, por eso inició una tercera etapa como protagonista de películas de acción: "La gran estafa (Charley Varrick, 1973)" de Donald Siegel; "San Francisco, ciudad desnuda" (The Laughing Policem, 1973) de Stuart Rosenberg; un cameo en "Terremoto" (Earthquake, 1974) de Mark Robson, donde fue acreditado como Walter Matuschankayasky, su verdadero nombre; "Pelham, 1, 2, 3" (The Taking of Pelham, 1, 2, 3, 1974) de Joseph Sargent, basado en una novela de John Godey.
Pero el público deseaba volverle a ver en comedias y así Matthau regresa a dicho género una vez más: "La pareja chiflada (The Sunshine Boys, 1975) de Herbert Ross; "Los picarones" (The Bad New Years, 1976) de Michael Ritchie; "Alegrías de un viudo" (House Calls, 1977) de Howard Zieff; "California Suite" (California Suite, 1978) de Herbert Ross; "El truhán y su prenda" (Little Miss Marker, 1980) de Walter Bernstein; "Un enredo para dos" (Hopscoth, 1980) de Ronald Neame; "The First Monday in October" (1981) de Ronald Neame; "Soy tu hija, ¿te acuerdas?" (I Ought to be in Pictures, 1982) de Herbert Ross; "Sufridos ciudadanos" (The Survivors, 1985) de Michael Ritchie; su memorable "Piratas" (Pirates, 1986) de Roman Polanski, donde Matthau ofreció un nuevo registro; "Los pacientes de un psiquiatra en apuros" (The Couch Trip, 1988) de Michael Ritchie; "Soy el pequeño diablo" (Il piccolo diavolo, 1988) de Roberto Benigni, su mejor aparición en sus últimos años; "Daniel el Travieso" (Dennis the Menace, 1993) de Nick Castle, donde Matthau fue el vecino malhumorado del pequeño gamberrito.
El rival, y sin embargo amigo de Matthau, es uno de los pilares más recios de la comedia norteamericana. Jack Lemmon, cuyo verdadero nombre es John Uhler Lemmon III, nació en Boston (Massachusetts) el 8 de febrero de 1925, estudió en la prestigiosa Universidad de Harvard y fue movilizado como telegrafista durante la Segunda Guerra Mundial.
A partir de 1948 trabajó en el teatro, la radio y la televisión. En 1953 pudo materializar el sueño de todo actor que se precie de serlo, debutar en Broadway, para muchos la llave de Hollywood, la Ciudad de los Sueños, y así George Cukor le dio un buen papel al lado de la malograda Judy Holliday, exquisita actriz de vida cinematográfica breve porque la muerte nos la arrebató cuando aún tenía mucho que aportar. (51)
"La rubia fenómeno" (It Should Happen To You, 1954) fue pues el inicio de una carrera brillante, cuyo segundo eslabón "Phfft!" (1954) de Mark Robson, de nuevo con la rubia Judy, pasó más inadvertido.
Su cuarto film, "Escala en Hawai" (Mister Roberts, 1955) del gran John Ford, quien fue sustituido por Mervin Le Roy tras una disputa de aquel con el protagonista Henry Fonda, le valió a Jack su primer Oscar como actor de reparto. Por eso su personalidad se fue afianzando a través de los años en nuevas composiciones, como "Mi hermana Elena" (My Sister Eileen, 1955) de Richard Quine, un nombre fundamental en la comedia sofisticada americana, al lado de la maravillosa Janet Leigh y la excéntrica Betty Garret, antes de su lamentable desaparición de las pantallas por la desafortunada "Caza de Brujas" del senador McCarthy; "Cowboy" (Cowboy, 1958) de Delmer Daves, con Glenn Ford, extraña incursión de Lemmon en el western y, sobretodo, es de destacar su papel secundario en "Me enamoré de una bruja" (Bell, Book and Candle, 1958) de Richard Quine al lado de James Stewart y Kim Novak, la espalda más bonita de la Historia del Cine.
"Con faldas y a lo loco" (Some Like It Hot, 1959), su primer encuentro con Billy Wilder, es una de las más afortunadas apariciones del primer Lemmon convertido en ocasional travesti y siendo acosado por un impagable Joe Brown, quien ignorando su verdadero sexo pretenderá llevárselo al huerto.
Este encuentro marcará profundamente la carrera del actor y del director vienés, así como la personalidad de Lemmon que se convertirá en un prototipo del americano medio.
Como actor de comedia, Jack puede definirse como un hombre normal, un hombre de la calle, con los mismos problemas y obsesiones que tenga cualquier norteamericano medio. No es un vagabundo, ni un mudito de peluca roja, ni un gordinflón como Oliver Hardy, sino una persona común y corriente con el que cualquiera puede identificarse. En otras palabras era la antítesis del cómico basado en cualquier característica digamos "diferencial".
Tras soportar a la Maruja de América, Doris Day, en "La indómita y el millonario" (It Happened to Jane, 1959) de Richard Quine, Lemmon y Wilder consiguen una auténtica obra maestra con "El apartamento" (The Apartment, 1960). Un humilde empleado debe ceder su apartamento a sus jefes para que tengan sus escarceos sexuales al margen del matrimonio. Sin embargo, al conocer la amante de su jefe, una muchacha tan humilde como él, se enamorará de ella y tratará de defender su honor ante la vileza de sus superiores. Posiblemente sea este lúcido film de Wilder uno de los más duros alegatos a una situación injusta basada en el clasismo de la sociedad americana, así como de su hipocresía.
Tras varios trabajos menores, Jack Lemmon obtiene la recompensa de ser la pareja de Kim Novak en "La misteriosa dama de negro" (The Notorius Landlady, 1962) de Richard Quine, junto a un Fred Astaire crepuscular que había colgado los zapatos de baile, en una espléndida comedia negra de refinado ambiente londinense. Lemmon deberá espiar a la rubia Kim, sospechosa de un crimen, pero caerá enamorada de ella ¿quién no se enamoraría de Kim Novak?
Tras la desgarrada "Dias de vino y rosas" (Days of Wine and Roses, 1962) de Blake Edwards, otro nombre brillante de la comedia sofisticada, Jack reencuentra a Shirley McLaine y Billy Wilder en "Irma la dulce" (Irma la douce, 1963), ambientada en París (tal vez una de las ciudades preferidas de los directores americanos) presentada como siempre como un oasis de libertad y lujuria.
Se trata de un musical de Broadway al que Wilder elimina todas las canciones para recrearse en la relación de Lemmon con McLaine. Un policía honrado, expulsado injustamente del cuerpo, se convierte en chulo de una prostituta a la que pretenderá redimir. Finalmente el enamorado se disfrazará de inglés y se convertirá en su amante. Cínica comedia donde no obstante el romanticismo redime a sus personajes en esta bella historia de amor inolvidable.
El siguiente gran éxito de Lemmon es "cómo matar a la propia esposa" (How to Murder Your Wife, 1965) otra comedia negra de Richard Quine. Tras una borrachera, un misógino dibujante de comics se verá casado con una bella italiana (Virna Lisi) que ha salido del interior de un pastel. Espléndido Terry-Thomas como un estirado mayordomo inglés que detesta las mujeres hasta que conoce a la madre de la señora de su solitario amo.
Ya con un papel descaradamente cómico, Jack Lemmon nos hizo reír abiertamente en "La carrera del siglo" (The Great Race, 1965) disparate cómico de Blake Edwards. Aquí, Lemmon encarna al siniestro profesor Fate, asistido por Peter Falk, siempre en pugna con su rival Tony Curtis. Fate siempre inventará artefactos que se volverán en contra de él, mientras que la película basa su encanto en un nostálgico homenaje a las añejas películas de Stan Laurel y Oliver Hardy.
El resto de la filmografía de Jack Lemmon, salvo los títulos ya citados, se componen de obras menores pero siempre quedan excepciones, películas de gran categoría artística como la deliciosa "¿Qué ocurrió entre tu padre y mi madre?" (Avanti!, 1972) de Billy Wilder, impagable historia de amor donde el actor incluso accede al desnudo.
Dos amantes fallecen de accidente en una villa italiana donde tenían sus encuentros, sus respectivos hijos (Lemmon y Barbara Harris) se conocerán y revivirán los amoríos de sus ardientes progenitores. Otro excelente comedia del maestro entre los maestros del cine de buen humor, Billy Wilder.
Con "Salvad al tigre" (Save the Tiger, 1973) de John G. Avildsen, Lemmon consigue su segundo Oscar, éste como actor principal, y con un papel dramático, "El síndrome de China" (The China Syndrome, 1979) de James Bridges obtiene la Palma al Mejor Actor en el Festival de Cannes. Recientemente Lemmon realizó una insólita aparición en la versión de "Hamlet" (1996) realizada por Kenneth Branagh junto a Charlton Heston, entre otros célebres astros, y "Un asesino muy ético" (Getting Away with Murder, 1996) de Harvey Miller, una ácida comedia sobre un criminal nazi (papel insólito para Lemmon) al que un profesor de universidad (Dan Aykroyd) intenta asesinar envenenando sus manzanas.
Sin sus maestros Wilder o Quine, la carrera de Jack no tiene el esplendor de antaño, pero sí es verdad que ha sabido envejecer con dignidad y su participación es siempre bienvenida al espectador amante de las buenas películas.
Con "Dos viejos gruñones", los espectadores reencontramos a dos viejos amigos que juntos o por separado han escrito páginas gloriosas del cine americano, que es decir cine de todo el mundo.