El histriónico Danny Kaye

Daniel David Kuminsky, más conocido como Danny Kaye nació en Brooklyn (Nueva York), el 18 de enero de 1913. Como los hermanos Marx, Danny era hijo de un sastre judío, comenzando a trabajar desde los 17 años en diferentes oficios hasta ingresar en una compañía de revistas, iniciando una gira por Oceanía con "La Vie Paree" (1933-1934).

En 1939 regresó a los Estados Unidos donde debuta como cantante y bailarín en salas de fiesta, pasando a trabajar en algunos espectáculos de Broadway: "Left of Broadway" (1939), "The Straw Hat Revue", "Death Takes a Holiday" (1940), "Lady in the Dark" (1949), "Let's Face" It" (1941), etcétera.

En 1940 el actor contrae matrimonio con Sylvia Fine, la autora de sus canciones, tal vez lo más divertido de sus películas. Libros recientes aseguran que Danny Kaye fue amigo del matrimonio Laurence Olivier y Vivien Leigh, convirtiéndose en amante del primero.

La popularidad que obtuvo fue tan grande que en una gira por Inglaterra, actuando en el Palladium de Londres, fue visitado por los mismos reyes de la Corona Inglesa y por el premier Wiston Churchill. Las princesas Isabel y Margarita, así como el príncipe de Edimburgo, fueron a saludarle personalmente en el camerino, sentándose en el suelo con él durante horas.

Aunque protagonizó diversos cortos en los años treinta, recopilados después en "The Danny Kaye Story", podemos considerar su auténtico debut cuando fue contratado por Samuel Goldwyn como protagonista de una serie de largometrajes cómicos musicales de gran presupuesto y a todo color.

En todas sus películas aparecían las nuevas Goldwyn Girls, bellezas rubias herederas de aquellas que una década anterior fueron principales atracciones de las películas de Eddie Cantor. Desde luego el paralelismo no es nada gratuito, aunque se echa a faltar aquella magia que supo crear Busby Berkeley. Los films de Danny Kaye eran de factura lujosa, el technicolor chillón era una gran aportación para un género rodado generalmente en blanco y negro porque los productores lo despreciaban y lo relegaban a un segundo lugar en la industria cinematográfica.

"Rumbo a Oriente" (Up in Arms, 1944) de Elliot Nugent; "Un hombre fenómeno" (Wonder Man, 1945) de H. Bruce Humberstone; "El asombro de Brooklyn" (The Kid from Brooklyn, 1946) y "La vida secreta de Walter Mitty" (The Secret Life of Walter Mitty, 1947) estas últimas dirigidas por Norman Z. McLeod fueron los primeros títulos con los que el pelirrojo conquistó los mercados internacionales.

En estas cuatro películas Samuel Godwyn nos presentaba un Danny Kaye completamente desmadrado, tal como hicieron los hermanos Marx en la época en que trabajaron en la Paramount, no en vano contaba con el mismo realizador (McLeod), pero estamos muy lejos de la genialidad del excéntrico trío.

"El asombro de Brooklyn" fue un remake de "La vía láctea" (The Milky Way, 1936) de Leo McCarey, un film parlante de Harold Lloyd, sobre un lechero que se veía convertido a su pesar en un campeón de boxeo.

"La vida secreta de Walter Mitty" era tal vez la mejor película de las cuatro, y puede que de toda la filmografía del histriónico pelirrojo. En ella, conocemos a Walter Mitty (Danny Kaye), un soñador que en su fantasía interior vivía mil emocionantes aventuras a pesar de ser un hombre gris, carente de personalidad. El gran Boris Karloff realizaba una aparición especial, dejando bien clara su alta categoría artística.

Danny era generalmente un excéntrico alocado, chillón, cantando canciones de letra enrevesada con gran soltura y gracia. Aunque sus gags no fueran demasiado originales, sí era un buen intérprete que derrochaba simpatía y nobleza.

Viendo que ese personaje era demasiado exagerado, provocando a veces irritación, la productora procuró suavizar sus características en siguientes títulos. Este es el caso de films como "Nace una canción" (A Song is Born, 1948) de Howard Hawks, un remake de "'Bola de fuego" (Ball of Fire, 1941) del mismo director, donde Danny Kaye sustituye a Gary Cooper. Resulta muy curiosa la comparación, pues aunque el Rey del Western no era muy ducho en la comedia resultaba mucho más divertido en el mismo papel del pelirrojo gracias a su aparente sosería.

Tras volver por sus fueros con "El inspector general" (The Inspector General, 1949) de Henry Koster y "En la Costa Azul" (On the Riviera, 1951) de Walter Lang, Danny Kaye vuelve a ponerse formal en "El fabuloso Andersen" (Hans Christian Andersen, 1952) de Charles Vidor, repartiendo el resto de su filmografía en ambos registros.

"Un gramo de locura" (Knock on Wood, 1954) de Norman Panama; "The Court Jester" (1956) de Norman Panama y Melvin Frank; "Loco por el circo" (Merry Andrew, 1958) de Michael Kidd; "Yo y el coronel" (Me and the Colonel, 1958) de Peter Glenville y "Plan 402" (On the Double, 1961) de Melville Shavelson, esta última rodada en Inglaterra, reencontramos al cómico alocado e histriónico, mientras que en "Navidades blancas" (White Christmas, 1954) de Michael Curtiz y "Tu mano en la mía" (The Five Pennies, 1959) de Melville Shavelson volvía ser serio. En esta última cinta, Danny realiza una esporádica incursión en el melodrama al tener una hija enferma.

"Sólo contra el hampa" (The Man from the Dinner's Club, 1963) de Frank Tashlin fue un raro film en blanco y negro, ya lejos de su mejor época.

Al retirarse del cine Danny Kaye se convirtió en presidente de la Unicef, realizando giras de carácter benéfico. "Sembrando risas infantiles" (Assignment Children, 1955) realizada por el propio Danny Kaye, fue un documental donde el pelirrojo nos contó sus experiencias altruistas.

Tras su extenso trabajo en la televisión, volvió dos veces al cine. Un personaje completamente dramático en "La loca de Chaillot" (The Madwoman of Chaillot, 1969) de Bryan Forbes y el tío Gepetto de una versión de "Pinocchio" (1976) de Ron Field y Sid Smith, falleciendo en 1987.

Actualmente las películas de Danny Kaye, como las de Bob Hope, otro cómico de la misma época, suelen reponerse con gran frecuencia en la televisión atrayendo a nuevas generaciones. En ellas descubrimos unas comedias correctas, muy simpáticas y muy agradables, aunque carentes de la genialidad de sus predecesores. Danny Kaye no fue un Charlie Chaplin ni lo pretendió ser, pero sí un cómico honesto de buen corazón. ¿Qué más se puede pedir?

El Cine cómico
titlepage.xhtml
sec_0001.xhtml
sec_0002.xhtml
sec_0003.xhtml
sec_0004.xhtml
sec_0005.xhtml
sec_0006.xhtml
sec_0007.xhtml
sec_0008.xhtml
sec_0009.xhtml
sec_0010.xhtml
sec_0011.xhtml
sec_0012.xhtml
sec_0013.xhtml
sec_0014.xhtml
sec_0015.xhtml
sec_0016.xhtml
sec_0017.xhtml
sec_0018.xhtml
sec_0019.xhtml
sec_0020.xhtml
sec_0021.xhtml
sec_0022.xhtml
sec_0023.xhtml
sec_0024.xhtml
sec_0025.xhtml
sec_0026.xhtml
sec_0027.xhtml
sec_0028.xhtml
sec_0029.xhtml
sec_0030.xhtml
sec_0031.xhtml
sec_0032.xhtml
sec_0033.xhtml
sec_0034.xhtml
sec_0035.xhtml
sec_0036.xhtml
sec_0037.xhtml
sec_0038.xhtml
sec_0039.xhtml
sec_0040.xhtml
sec_0041.xhtml
sec_0042.xhtml
sec_0043.xhtml
sec_0044.xhtml
sec_0045.xhtml
sec_0046.xhtml
sec_0047.xhtml
sec_0048.xhtml
sec_0049.xhtml
sec_0050.xhtml
sec_0051.xhtml
sec_0052.xhtml
sec_0053.xhtml
sec_0054.xhtml
sec_0055.xhtml
sec_0056.xhtml
sec_0057.xhtml
sec_0058.xhtml
sec_0059.xhtml
sec_0060.xhtml
sec_0061.xhtml
sec_0062.xhtml
sec_0063.xhtml
sec_0064.xhtml
sec_0065.xhtml
sec_0066.xhtml
sec_0067.xhtml
sec_0068.xhtml
sec_0069.xhtml
sec_0070.xhtml
sec_0071.xhtml
sec_0072.xhtml
sec_0073.xhtml
sec_0074.xhtml
sec_0075.xhtml
sec_0076.xhtml
sec_0077.xhtml
sec_0078.xhtml
sec_0079.xhtml
sec_0080.xhtml
sec_0081.xhtml
sec_0082.xhtml
sec_0083.xhtml
sec_0084.xhtml
sec_0085.xhtml
sec_0086.xhtml
sec_0087.xhtml
sec_0088.xhtml
sec_0089.xhtml
sec_0090.xhtml
sec_0091.xhtml
sec_0092.xhtml
sec_0093.xhtml
sec_0094.xhtml
sec_0095.xhtml
sec_0096.xhtml
sec_0097.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_000.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_001.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_002.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_003.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_004.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_005.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_006.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_007.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_008.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_009.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_010.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_011.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_012.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_013.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_014.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_015.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_016.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_017.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_018.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_019.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_020.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_021.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_022.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_023.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_024.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_025.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_026.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_027.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_028.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_029.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_030.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_031.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_032.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_033.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_034.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_035.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_036.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_037.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_038.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_039.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_040.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_041.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_042.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_043.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_044.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_045.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_046.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_047.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_048.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_049.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_050.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_051.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_052.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_053.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_054.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_055.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_056.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_057.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_058.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_059.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_060.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_061.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_062.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_063.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_064.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_065.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_066.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_067.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_068.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_069.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_070.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_071.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_072.xhtml