El serio humor británico
Al igual que el cine francés, español o americano, los primeros films británicos tenían argumentos harto banales como desfiles de la Reina Victoria o cualquier otro aristócrata de las islas. Bert Bernard fue pionero con asuntos que sólo duraban alrededor de un minuto atrayendo en masa a los tradicionales espectadores británicos ávidos de ver a su soberana en las pantallas.
Robert W. Paul, propietario del Teatro Alhambra en Leicester Square, empezó a proyectar películas a partir de 1896. Hombre audaz, llegaba a filmar de día un Derby de golf para proyectarlo la misma noche ante los asombrados espectadores, sorprendidos por tanta celeridad.
Cuando el público se hartó de ver estos asuntos tan mínimos comenzó a exigir que se les contaran argumentos más sólidos. El audaz empresario no lo dudó un instante pasando a la iniciativa de producir comedias cortas en el tejado plano de la Alhambra, uno de sus primeros éxitos fue "The Soldier's Courtship" (1896) con la clásica pareja del soldado y la criada arrullándose en el banco de un parque, viene una anciana que intenta desplazarles por lo que la pareja airada se levanta bruscamente, provocando la caída de la inoportuna señora al suelo.
Al principio Paul creyó que la moda iba a ser pasajera, pero no fue así, la demanda creció y el pionero se asoció con Sir Augustus Harry de Drury Lane para iniciar la producción en serie. Pronto el tejado de la Alhambra se quedó pequeño y fueron necesarios estudios más espaciosos que se construyeron en New Southgate.
Las proyecciones tenían lugar en los music-halls, circos, barracas de feria hasta la creación de las primeras salas estrictamente cinematográficas.
Asuntos como "The Short-Sighted Cyclist", el ciclista miope que arrolla todo a su paso, provocaba la hilaridad de los primeros cinéfilos de las islas.
Eran historietas sencillas, con su inconfundible ironía, a base de suegras, párrocos, policías, ricos, pobres, todos ellos puestos en solfa sin piedad alguna. Los cómicos franceses e italianos enseguida se hicieron populares como André Deed, apodado en inglés "Foolshead" (cabeza de tonto), y los británicos no perdieron el tiempo sacando a la palestra al enano Bout-de-Zan, apodado Tiny Tim, que no tenía nada que envidiar a sus colegas extranjeros en popularidad.
John A. Williamson fundó en 1897 la Williamson Films en Hove, condado de Sussex, creando un estudio con techo de cristal para aprovechar la luz solar. Cortos como "The Clown Barber" (1899) con un fígaro que con la navaja decapitaba al cliente para afeitarle la cabeza por separado y pegársela después al resto del cuerpo.
Tal como decíamos líneas más arriba, Leon Gaumont llegó a Inglaterra hacia 1899 para producir películas británicas con un cómico llamado Mike Savage, exportando diversos títulos a los Estados Unidos.
Muchos artistas del "music-hall" británico trabajaron para Gaumont en diversos cortos, algunos de ellos sonorizados con discos (los cronófonos), cantando canciones o ejecutando números de baile. Fred Karno, figura distinguida de los escenarios londinenses, hizo algunas apariciones en las pantallas aunque jamás consiguió igualar sus éxitos en las tablas.
Karno fue célebre precisamente porque de su compañía despuntaron dos cómicos que en el futuro se harían auténticas leyendas cinematográficas, Stan Laurel y Charlie Chaplin, pero no adelantemos acontecimientos todavía.
En 1908, Gaumont tenía unos estudios al aire libre en Dulwich Hill, importando el Cronófono a los Estados Unidos. Cecil M. Hepworth inventó un arco voltaico para ser utilizado en las primitivas linternas mágicas. Charles Urban, propietario de la Compañía Warwick, le ofreció un empleo fascinado por el invento facilitando las investigaciones del audaz inventor que no tardó en independizarse por estar en desacuerdo con el empresario y sus directrices puramente mercantilistas.
Heyworth pronto comenzó a prosperar con sus pequeños asuntos cómicos, pero hombre inquieto pronto comenzó a preocuparse por la calidad de sus pequeñas producciones. Más tarde comenzó a indagar en la temática juvenil, es decir, el cine realizado para adolescentes creando la serie "Tilly the Tomboy" con las actrices Alma Taylor y Chrissie White.
Una de sus primeras estrellas fue un enorme perro San Bernardo, llamado "Sturdee", protagonista de alguna que otra cinta como "The Nature of the Beast" (1919). El éxito de este canino provocó la aparición de otros, como Mac Edwards, un perro pastor escocés, que también se hizo célebre.
En 1915, en un concurso de popularidad, la estrella de Hepworth, Alma Taylor, llegó a desbancar al mismísimo Charlie Chaplin que ya comenzaba a despuntar en las carteleras mundiales.
James Dewhurst Walker creó la Compañía Walturdaw, en 1914 se dedicó a la importación trayendo a las islas los primeros largometrajes de Jesse Lasky y la prestigiosa firma Paramount. A principios de siglo, mientras los europeos llevaban la vanguardia en el mercado de las películas, los Estudios Vitagraph, en Flatbush (Nueva York), constaba de tres barracones y fue en 1907 cuando su actriz principal, Florence Turner, la celebrada "chica Vitagraph", se convirtió —según John Montgomery— en la primera estrella cinematográfica de la historia (3) aunque tuviera que barrer los estudios, escribir sus argumentos e incluso dirigirlos. Cuando rodó su primer film "How to cure a Cold" (1907), tenía sólo 21 años, pero su primer éxito fue "Florence Turner versus Jim Corbett" (1910), donde compartía cartel con el campeón mundial de boxeo. (4)
En 1913, Florence Turner, acompañada de su perro pastor Jean, cruzó el Atlántico rumbo las islas para hacer fortuna creando con Cecil M. Hepworth la Compañía Turner Films, cuya marca era precisamente el can Jean. De 1913 a 1916 la popularidad de tan versátil cómica fue hegemónica. En 1921, año del apogeo del burlesco americano, Florence aún plantaba cara con cintas de dos rollos británicas: "Girls Will be Boys", "Matrimony", "Old Dials for New" y "Stenographers First". Actualmente su nombre ha caído en el olvido, como tantos otros, pero sin embargo la podemos recordar en el papel de madre de Buster Keaton en "El colegial" (College, 1927) de James W. Horne y Harry Brand.
Pero el caso de Florence Turner es insólito dentro del panorama cinematográfico, que una actriz americana emigre al Reino Unido no es nada frecuente, lo normal es precisamente todo lo contrario. Ya hemos citado los casos de Stan Laurel y Charlie Chaplin, ambos pertenecientes a la Compañía de comedias de Fred Karno que en 1912 cruzó el Atlántico para iniciar una gira americana.
Antes habían tenido una larga carrera en el vodevil. Arthur Stanley Jefferson (futuro Stan Laurel) era hijo de actores británicos, caricatos célebres del "music-hall", iniciando su singladura en el Pickard's Museum en 1906, un año después en la compañía Karno donde conoció a Chaplin que ya tenía larga trayectoria artística.
Charles Spencer Chaplin, también hijo de actores de variedades, había debutado a los cinco años, en 1894, en un café concierto de Aldershot cantando la balada "Jack Jones". Tres meses después se quedó huérfano porque su padre falleció a causa del alcoholismo, su madre Hannah Hill (conocida en las variedades como Lily Harley) enloqueció por lo que fue internada en un sanatorio, yendo a parar los hermanos Sydney y Charlie Chaplin al orfanato de Hanwell.
En 1898, Charlie trabaja para una compañía de músicos excéntricos, The Eight Lancashire Lards, debutando en la escena en 1901. Su hermano Sydney trabajaba en la compañía Karno, consiguiéndole su ingreso en 1907. Su primera gira en Estados Unidos fue en 1910, en 1911 realiza otra en Canadá, regresando a Inglaterra en 1912. Al final de este año vuelve a los Estados Unidos en compañía de Stan Laurel que solía imitarle en escena.
En una gira de 1913, Chaplin fue visto por Mack Sennet, conocido director y productor cinematográfico, que le contrató inmediatamente en la Keystone, debutando en el cine en 1914.
Al abandonar la compañía de Fred Karno, el segundo actor Stan Laurel pasó a convertirse en la estrella del espectáculo con su número The Keystone Trio, donde realizaba parodias de Chaplin muy celebradas en su día. En 1917 también abandonó la escena por el cine, adoptando a partir de esta fecha su célebre apodo.
El éxito de ambos fue fulminante convirtiéndose en sendos mitos cinematográficos. Pero tanto Charlie Chaplin como Stan Laurel realizaron su carrera en el cine americano y, por lo tanto, su carrera será estudiada más adelante. Pero sí que queremos dejar constancia de que Inglaterra ha aportado dos grandes estrellas a la Historia del Cine cómico Universal, aunque la producción estrictamente británica haya tenido una importancia menor porque desgraciadamente Hollywood ha absorbido lo más granado de la escena y del cine inglés dejando al Reino Unido sin sus más importantes figuras.