Jacques Tati, monsieur Hulot
Jacques Tatischeff, más conocido como Jacques Tati, es uno de los más sólidos ejemplos de ingenio y comicidad visual. Nacido en Pecq (Séine-et-Oise) en 1908 y fallecido en 1982, De origen ruso, estudió en el Lycée de Saint Germaine-en-Laye, donde trabajó con su padre en la fabricación de cuadros antes de dedicarse profesionalmente al deporte.
Tras ser boxeador, tenista y futbolista, el joven Jacques se convirtió en un auténtico campeón de rugby en el Racing Club de París.
Debutó artísticamente como mimo en 1931, un año después se inició en el cine apareciendo en diversos cortometrajes como "Oscar, champion de tennis" (1932); "On demande une brute" (1934); "Gai dimanche" (1935); "Soigne ton gauche" (1936) de René Clement y "Retour a la terre" (1938). Uno de ellos, "Retour à la terre" (1938) será dirigido por el propio Tati, quien a partir de 1933 alternará esta actividad con sus actuaciones personales en las variedades francesas, destacando por sus geniales números mudos.
Al acabar la Segunda Guerra Mundial, Tati se revela como actor cómico, director y autor de una obra completamente original, imaginativa e inteligente que enseguida labró su prestigio a pesar de la brevedad de su filmografía, demasiado espaciada en el tiempo.
Sus primeros largometrajes fueron en calidad de actor invitado en dos películas de Claude Autant-Lara, destacando su fantasma en el poético "Sylvie et le fantìme" (1945) y su aparición en la adaptación cinematográfica de la novela de Raymond Radoguet "Le diable au corps" (1946), protagonizada por Gérard Philipe y Micheline Presle, de gran contenido polémico.
La primera de las dos, inédita en España pero vista en TVE con el título "Silvia y el fantasma", Tati tiene un papel sin palabras, expresándose con sus gestos. Un fantasma se enamora de una actriz, Silvia (Odette Joyeux) cuando un equipo de cine acude a su castillo para rodar una película.
Con "L'ecole des facteurs" (1947), el genial mimo protagoniza, escribe y dirige un cortometraje personal que le abrirá las puertas del largometraje. Su debut en el cine largo como autor total será con "Jour de Fete" (1949), un film coral donde Tati intentará democratizar el gag. Apenas aparecen los diálogos y los primeros planos, toda la comicidad está basado en la imagen que predomina sobre cualquier otro elemento.
"Las vacaciones de M. Hulot" (Les vacances de M. Hulot, 1953) supuso la primera aparición de este inmortal personaje en pantalla. Alto, desgarbado, caminando a grandes zancadas, el despistado monsieur Hulot vivirá una serie de aventuras deliciosas. En vez de centrar la comicidad en un sólo personaje, Tati procurará que hasta el último actor del reparto tenga oportunidad de hacer reír, todo lo contrario de sus antecesores como por ejemplo Chaplin, quien mostraba un personaje cómico en un universo "serio". En las películas de Tati no existe esta confrontación, porque todos los personajes son graciosos, sin exclusiones.
"Mi tío" (Mon oncle, 1958); "Playtime" (Playtime, 1967); "Tráfico" (Trafic, 1970) y "Zafarrancho en el circo" (Parade, 1972) fueron los siguientes jalones de una filmografía demasiado breve para nuestro gusto.
Amante de cuidar los más mínimos detalles con extrema minuciosidad, su monsieur Hulot tuvo una carrera breve pero muy importante tanto en cine como en los programas de variedades y en la televisión.
François Truffaut, gran admirador de su cine, le rinde homenaje haciendo aparecer un falso monsieur Hulot en la secuencia del metro en "Domicilio conyugal" (Domicile conjugal, 1970). Su humor inteligente, imaginativo, basado siempre en la sorpresa visual, ha tenido muchos imitadores pero ninguno ha conseguido igualar su inagotable ingenio. Tanto Jacques Tati, como Pierre Etaix y Jérìme Savary han supuesto los puntos más altos de la comicidad Made in France desde el mítico Max Linder, aunque por desgracia la industria francesa les marginó, dedicándose a producir en serie las mediocridades de los Charlots y demás hunos del celuloide.