LIX
MAÎTRETOUT
Empiezo a estar cansado. Ya casi estamos llegando a la Porte Maillot, después de haber andado más de una hora.
ADÉLAÏDE
Mira, querido papá. Mira el banco, ahí, que te espera con los brazos abiertos. Vamos a sentarnos.
MAÎTRETOUT
¡Vamos a sentarnos!
Se sientan.
Silencio.
MAÎTRETOUT (de repente)
¡Adélaïde, mira!, ¡mira!
ADÉLAÏDE
¿Qué, querido papá?
MAÎTRETOUT
Aquel hombre de allí, delante nuestro, que barre el taller.
ADÉLAÏDE
Si, papaíto, lo veo perfectamente. Trabaja a conciencia.
MAÎTRETOUT
¿No notas nada?
ADÉLAÏDE
No, querido papá. Creo adivinar que ese señor no ha barrido siempre, que ha estado en mejor situación, que… ¡ah! Querido papá, empiezo a comprender lo que quieres decir…
MAÎTRETOUT
Quiero decir…
ADÉLAÏDE
Es como nosotros…
MAÎTRETOUT
Sí (pausa). Vamos a preguntarle, discretamente, a pesar de mi gran cansancio,
Se levantan y se dirigen hacia Corentin Durendal.
MAÎTRETOUT
Disculpe, señor…
CORENTIN DURENDAL
Señor…
MAÎTRETOUT
¿Podría decirme cómo llegar a la Porte Maillot?
CORENTIN DURENDAL
Casi ha llegado, señor. Sólo faltan unos pasos en esa dirección (le indica con un gesto).
MAÎTRETOUT
Discúlpeme… es que cuando uno no conoce París…
CORENTIN DURENDAL
¿El señor y la señorita vienen de provincias? No es un deshonor.
MAÎTRETOUT
¡Por descontado! Tanto más cuanto que venimos de más lejos aún, si cabe…
CORENTIN DURENDAL
¿No serán ustedes extranjeros?
MAÎTRETOUT
En cierto sentido. Creo que como usted mismo, señor.
CORENTIN DURENDAL
¿Qué quiere decir?
MAÎTRETOUT
Tal vez no le asombre saber que nací a los cincuenta años y que, a pesar de haber nacido a esa edad, tenía ya una hija de dieciocho años. ¿Verdad, hijita?
ADÉLAÏDE
Sí, querido papá.
CORENTIN DURENDAL
No me asombra nada.
MAÎTRETOUT
Usted mismo, señor…
CORENTIN DURENDAL
Tengo cuarenta años de edad y ocho días de existencia.
MAÎTRETOUT
Es exactamente lo que pensaba… usted es como yo… como ella… al filo de una pluma…
CORENTIN DURENDAL
Lo adiviné con sólo verlos.
MAÎTRETOUT
A mí me pasó lo mismo.
CORENTIN DURENDAL
Pues si están en la misma situación que yo, será mejor que desconfíen.
MAÎTRETOUT
¿De quién?
CORENTIN DURENDAL
De un tal Morcol… nos busca a todos… me busca… busca a Ícaro.
ADÉLAÏDE
¡Ícaro! ¿Le conoce?
CORENTIN DURENDAL
¡Claro! Trabaja aquí.
ADÉLAÏDE
¡Dios mío! (se desmaya en los brazos de su padre)