IX

Ícaro espera a BA fumando un partagás y tomando un oporto. Hojea un número de la Ilustración. Llaman. Va a abrir.

VISITANTE

Veo que me necesita. Soy el sastre.

ÍCARO

¿Lo envía BA?

SASTRE

Efectivamente, la señorita BA me ha rogado que pasara por aquí. Ya me previno acerca de su estado. Además no vengo solo.

Entran.

EL CAMISERO

EL ZAPATERO

EL CORBATERO

EL SOMBRERERO

EL VENDEDOR DE BASTONES Y DE PARAGUAS

Todos traen cajas.

ÍCARO

¡Cuánta gente para vestirme!

SASTRE

Usted parte de cero, (mientras dirige las operaciones). Cada mañana se parte de cero. Vestir a un hombre es vestir un mundo. Comencemos por los pies: aquí están los calcetines. Para las piernas los calzoncillos, una camisa para el torso, un cuello para el cuello; no olvidemos los puños. Y después, vuelta a empezar: calzado, pantalón, tirantes, chaleco, corbata, chaqueta y un bastón o un junco. Ya está usted en condiciones de enfrentarse al ancho mundo. Un gabán para el invierno, una americana para el entretiempo.

ÍCARO

Qué guapo estoy con todo esto.

SASTRE (retirándose con su tropa)

Nos dieron sólo los cueros e hicimos un abrigo.