XX
MORCOL (entra y se sienta a una mesa. Al camarero)
Camarero, una caña, (a Morcol) Ahí están. Los dos están sentados allá. La chica no me interesa porque no tengo que recuperarla. ¡Camarero!
CAMARERO
Aquí estoy, señor. ¿La caña estaba tibia?
MORCOL
No, no. La cerveza es excelente. No lo llamaba por eso.
CAMARERO
Ya me lo parecía.
MORCOL
Aquel joven señor que está allí con esa joven dama, en la tercera mesa al fondo a la derecha, ¿no sabrá usted cómo se llama por casualidad?
CAMARERO
Vamos a ver. ¿En la tercera mesa al fondo a la derecha? ¿A su derecha o a la derecha de los jóvenes?
MORCOL
A mi derecha. Espabile. Están a punto de pagar.
CAMARERO
¿Ah, se refiere al joven que está a punto de pagar? No se preocupe, señor, no está a punto de pagar. Es una ilusión.
Sólo lo parece. En realidad es la señorita la que paga: cosas que pasan.
MORCOL
¿Pero cómo se llama? ¡Deprisa! Mire, ya salen.
CAMARERO
Su nombre. ¿El nombre de la joven? BA.
MORCOL
¡No! El del joven, el de cabellos castaños etcétera.
BA (fuera)
¿Has visto a ese hombre? Te está buscando. No vuelvas a poner los pies aquí.
ÍCARO
No temas. Sin ti, ya no me gustará la absenta.
MORCOL (fuera)
Quizás era él. Ha desaparecido. Sin embargo mi cerco se estrecha. No precipitemos demasiado las cosas y no olvidemos los demás trabajos. Después de todo, tengo otras cosas que hacer.