XXVIII

DOCTOR

¿Cómo va ese rasguño?

JEAN

¡Rasguño! Esa sí que es buena. Aún me duele.

DOCTOR

Comparado con Jacques o con Surget no tiene de qué quejarse.

JEAN

Siempre tan optimista.

DOCTOR

Pues sí, como nuestro pobre amigo Elubert…

JEAN

¡Hubert! No para de darnos la lata con su Ícaro. ¡Sospecha de nosotros! ¡Poner a un detective tras nuestros pasos! ¡Retarnos a duelo! Y para colmo nos toca pagar el pato. ¡No hay justicia en este mundo!

DOCTOR

Todo eso no es tan terrible como perder a un personaje. Piense ¿y si le hubiera pasado a usted?

JEAN

¡Por uno que se pierde se encuentran diez! Además, tengo un fichero abarrotado de personajes, centenares de ellos, lo cual me permite sostener una producción basada exclusivamente en el adulterio y en los sentimientos finiseculares, tan modernos, que quizás algún día pasarán de moda pero que de momento tienen éxito.

DOCTOR

¿Y de qué se queja, entonces?

JEAN

De mi herida física.