88

«Italia, país bananero estilo latinoamericano»

El principal crítico de Berlusconi es un académico de origen británico. Ha optado por la ciudadanía italiana, pero un trámite burocrático jamás hará de un inglés un italiano. Probablemente ya Berlusconi se lo haya hecho notar. Del modo que sea, Paul Ginsborg tiene cierto renombre internacional y sus ataques son potentes. Ha editado un libro que —pese a las sonrisas irónicas, hirientes de Il Cavaliere— logró erosionar el poder berlusconiano, al menos en el plano internacional. Su título es: Berlusconi, televisión, poder y patrimonio[86]. Ha recibido muchos elogios. Ha sido comentado en todos los más importantes medios del mundo. Ha transformado a Ginsborg en la imagen de la pureza y la elegancia frente a la barbarie populista de Berlusconi. Transcribimos el texto de contratapa del libro publicado originalmente en Italia en 2003: «¿Cuál es la verdadera historia que se esconde tras el éxito de Berlusconi? ¿Cómo se ha hecho con tan vasto imperio mediático y el gobierno de la República de Italia? ¿Qué hay detrás de sus escándalos y procesos judiciales? En este magnífico libro, Paul Ginsborg, uno de los más reconocidos historiadores británicos del momento, explica de manera sintética y clara cuáles son los hilos conductores que han hecho de Silvio Berlusconi el más importante hombre de negocios de la Italia contemporánea y, además, actual presidente del Consejo de Ministros. Preciso y agudo en sus razonamientos, el autor descubre la maraña de intereses económicos y vínculos comerciales que han guiado las acciones de Berlusconi en los últimos treinta años, ya sea como empresario o como político. Además, el libro es un brillante análisis de la cultura italiana de las últimas décadas, aquella que ha encumbrado a Berlusconi al poder, y de las resistencias que su gestión ha encontrado, tanto en Italia como en Europa». Pero hay algo que Paul Ginsborg no dice porque no quiere o no puede. Creo que no quiere. No olvidemos que este catedrático nacido en 1945 ha sido Fellow del Churchill College de la Universidad de Cambridge, donde ejerció como profesor de Ciencias Sociales y Políticas. Luego, en Italia, dio cursos en las universidades de Siena y Turín. A partir de 1992, dicta la cátedra de Historia de Europa en la Universidad de Florencia, uno de los más hermosos lugares de la península. Es un defensor de la limpieza del capitalismo, de su necesaria calidad moral, de su transparencia. Todos están contra Berlusconi. Il Cavaliere no se detiene, y nadie lo hace. Ni los moderados, ni la izquierda, ni los cristianos, ni la comunidad europea, nadie. Entre tanto, él se apodera del Corriere della Sera. ¿Queda claro? Suena, acaso, increíble. Pero es así: el gran diario italiano, el diario en que Foucault publicó sus columnas sobre la revolución iraní, «la revolución de las manos vacías» (textos que bien caro le costaron, pero fueron reveladores para él), ha caído bajo las manos incontenibles de Il Cavaliere. También la RAI. «La democracia italiana perdió a su principal diario», dice Alberto Pieroni, periodista del Corriere. Hasta se quiebra y llora al decir esta verdad sin duda dolorosa. Sartori, que era uno de los principales colaboradores, confiesa: «Estoy angustiado. Era previsible. Berlusconi quiere ser la única voz». Marco Travali, un atildado analista político, dice: «Berlusconi ha equiparado a Italia con un film de Woody Allen, a quien admiro mucho. El film es Bananas y transcurre en Latinoamérica. Ahí es donde pasan estas cosas. Pero ¿en Italia?». Señor Travali: ¿oyó hablar de Mussolini? Pregúntele a Lele Mora. Da asco escuchar estas cosas. No es que sean falsas. En Latinoamérica desdichadamente ha ocurrido todo eso pero en Europa también. Hablan desde la Civilización, desde Europa. Nosotros somos la Barbarie. La barbarie es la banana, el banana country. Eso somos. Y eso son ellos ahora y no se explican por qué.

Pero hay huellas que seguir para darse cuenta. Cuando Berlusconi quiere destruir a la RAI, la FIAT le reduce cinco millones en propaganda. Y le aumenta cuatro millones a Mediaset. En síntesis, hay des balance de nueve millones. La RAI pierde cinco. Mediaset gana cuatro. ¿Por qué la FIAT colabora con el proyecto de poder berlusconiano?

Todos siguen asombrados, desalentados, hasta advierten que el sistema de Il Cavaliere se va a extender (¿es Berlusconi The Blob, ese voraz mazacote gelatinoso que se devoraba todo y no cesaba de crecer en tanto Steve McQueen asistía impotente al fenómeno?), y ya triunfa en Estados Unidos de la mano de personajes como Arnold Schwarzenegger (Conan, the barbarian!). Todos siguen hablando, pero nadie se mete con el verdadero centro de la cuestión. ¿Cuál es la relación de Berlusconi dentro del esquema bélico-estrátegico con que Estados Unidos maneja el mundo? Es buena. Mientras sirva, mientras sea útil, ahí seguirá Berlusconi. Acaba de mandar fuerzas a Libia. Es un buen aliado. Es enemigo del terrorismo. En suma, Estados Unidos lo sostiene. Esto no lo va a decir Sartori porque no puede, da clases en las universidades norteamericanas. Sólo puede despotricar contra la herida profunda que el poder absoluto concentrado en un hombre le hace a la democracia. Lo que no puede decir es que a este hombre detestable lo sostiene (como a tantos ha sostenido según la coyuntura: a Khomeini, a Kadafi, a Pinochet, a Videla, a Bin Laden, etc.) la mismísima gran democracia del Norte, a la que le importa poco la democracia en otros lugares cuando hay que ponerle freno a algo. Berlusconi representa a la derecha populista italiana. O sea, es un fascista. Pero no como Mussolini. Berlusconi sonríe, no cesa de sonreír. Berlusconi goza de la vida. Ama a las mujeres y a las niñas. Organiza orgías. Es corrupto. Es una mezcla explosiva y patética de Il Duce y Calígula. Pero no es un asesino como Il Duce ni está loco como Calígula. No lleva un caballo al Parlamento, sólo una de sus prostitutas. Es más agradable. La oposición hasta puede mirarla con secreta codicia en tanto la vapulea desde la democracia.

Filosofía política del poder mediático
cubierta.xhtml
sinopsis.xhtml
titulo.xhtml
info.xhtml
acapite.xhtml
intro.xhtml
sec01.xhtml
Section0001.xhtml
Section0002.xhtml
Section0003.xhtml
Section0004.xhtml
Section0005.xhtml
Section0006.xhtml
Section0007.xhtml
Section0008.xhtml
Section0009.xhtml
Section0010.xhtml
Section0011.xhtml
Section0012.xhtml
Section0013.xhtml
Section0014.xhtml
Section0015.xhtml
Section0016.xhtml
Section0017.xhtml
Section0018.xhtml
Section0019.xhtml
Section0020.xhtml
Section0021.xhtml
Section0022.xhtml
Section0023.xhtml
Section0024.xhtml
Section0025.xhtml
Section0026.xhtml
Section0027.xhtml
Section0028.xhtml
Section0029.xhtml
Section0030.xhtml
Section0031.xhtml
Section0032.xhtml
Section0033.xhtml
Section0034.xhtml
Section0035.xhtml
Section0036.xhtml
Section0037.xhtml
Section0038.xhtml
Section0039.xhtml
Section0040.xhtml
Section0041.xhtml
Section0042.xhtml
Section0043.xhtml
Section0044.xhtml
Section0045.xhtml
Section0046.xhtml
Section0047.xhtml
Section0048.xhtml
Section0049.xhtml
Section0050.xhtml
Section0051.xhtml
Section0052.xhtml
Section0053.xhtml
Section0054.xhtml
Section0055.xhtml
Section0056.xhtml
Section0057.xhtml
Section0058.xhtml
Section0059.xhtml
Section0060.xhtml
Section0061.xhtml
Section0062.xhtml
Section0063.xhtml
Section0064.xhtml
Section0065.xhtml
Section0066.xhtml
Section0067.xhtml
Section0068.xhtml
Section0069.xhtml
Section0070.xhtml
Section0071.xhtml
Section0072.xhtml
Section0073.xhtml
Section0074.xhtml
Section0075.xhtml
Section0076.xhtml
Section0077.xhtml
Section0078.xhtml
Section0079.xhtml
Section0080.xhtml
Section0081.xhtml
Section0082.xhtml
Section0083.xhtml
Section0084.xhtml
Section0085.xhtml
Section0086.xhtml
Section0087.xhtml
Section0088.xhtml
Section0089.xhtml
Section0090.xhtml
Section0091.xhtml
Section0092.xhtml
Section0093.xhtml
Section0094.xhtml
Section0095.xhtml
Section0096.xhtml
Section0097.xhtml
Section0098.xhtml
Section0099.xhtml
Section0100.xhtml
Section0101.xhtml
Section0102.xhtml
Section0103.xhtml
Section0104.xhtml
Section0105.xhtml
Section0106.xhtml
Section0107.xhtml
Section0108.xhtml
Section0109.xhtml
Section0110.xhtml
Section0111.xhtml
Section0112.xhtml
Section0113.xhtml
Section0114.xhtml
Section0115.xhtml
sec02.xhtml
acapite2.xhtml
SSection0001.xhtml
SSection0002.xhtml
SSection0003.xhtml
SSection0004.xhtml
SSection0005.xhtml
SSection0006.xhtml
SSection0007.xhtml
SSection0008.xhtml
SSection0009.xhtml
SSection0010.xhtml
SSection0011.xhtml
SSection0012.xhtml
SSection0013.xhtml
SSection0014.xhtml
SSection0015.xhtml
SSection0016.xhtml
SSection0017.xhtml
SSection0018.xhtml
SSection0019.xhtml
SSection0020.xhtml
SSection0021.xhtml
SSection0022.xhtml
sec03.xhtml
SSSection0001.xhtml
SSSection0002.xhtml
SSSection0003.xhtml
SSSection0004.xhtml
SSSection0005.xhtml
SSSection0006.xhtml
SSSection0007.xhtml
SSSection0008.xhtml
SSSection0009.xhtml
SSSection0010.xhtml
SSSection0011.xhtml
SSSection0012.xhtml
SSSection0013.xhtml
SSSection0014.xhtml
biblio.xhtml
autor.xhtml
notasintro.xhtml
notassec01.xhtml
notassec02.xhtml
notassec03.xhtml