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Abril, oh cuánto abril yéndoseme
de las manos, de los ojos[157],
en esta luz de Abril, que tú tan bien te sabes,
en dónde la aprendiste?
De dónde la sacas y me dejas temblando,
contemplando esta luz?
Por qué, Abril,
dime, no la guardas un poco, que podamos,
cuando vienen los que sabes, por dentro,
a oscurecernos?
Abril, torna como sueles, como sabes,
diciéndonos, diciéndose aquí me tienes,
en esta nube rosa de la tarde
que me trae embobado en su hermosura.