SÁFICOS[23]
Dulce reposo de mi sien cansada:
¡oh playa alegre en que mis miembros gozan,
ribera y casa, umbral y mi collado,
gracia simplísima!
A ti los ojos de mirar cansados,
a ti los brazos de estrechar sedientos,
a ti los labios que la sed aflige,
alma y ventura.
Cuando la noche con su mano oprime
el pecho, y duro el corazón nos late,
cuando los dedos de lo oscuro aprietan
nuestras gargantas;
como los ríos que su paso alargan
por la campiña, con su gozo llevan,
igual que brisa que la mar refresca,
tu pensamiento.
¡Oh paño fino que mi sien rodea!
¡Oh sombra alegre que mi paso acoge!
¡Oh bosque entero a mi delicia abierto!
¡Oh deleznable!