VI
Tan jara, tan mi dueña y preferida
del viento, por cabello y aventura,
tan monte, tan romero, tan locura
de cuanta flor a valle abril convida.
Tan herriza en enero florecida,
tan canto y gozo ciertos y hermosura,
tan sosiego y tan río, tan ventura,
tan libertad, tan soledad, tan vida.
Tan… ¿qué decirte que decirte pueda,
si cojo cualquier flor y me responde
el mismo color tuyo que yo amaba
y, al tocarla, en la mano se me queda
el mismo olor aquel, y se me esconde
aquella claridad que me lo daba?