MAYO
En amarillo las bellas velloritas,
y en todos los colores cantan las primaveras.
Su Dominus vobiscum murmuran los narcisos,
aún sin sangre los pétalos de sus palmas abiertas.
Et cum spiritu tuo, dicen los asfódelos,
al aire el son y olor de sus trompetas.
No me olvides, no me olvides, los nomeolvides piden,
y el coro de los árboles: “¡Ay, ya estamos dispuestas
las novias a la boda!”.
Vuelven las señoritas golondrinas,
y hojas en bandadas con los pájaros llegan.
Se quita el cielo nubes, y vestidos azules
a los ángeles pide. (El río murmura y no contesta.)