CORPUS CHRISTI
¡La alondra al vuelo y la campana al vuelo!
Traiga la abeja cera en sus panales,
traiga el arroyo sol en sus cristales,
traiga el aire su flor, su luz el suelo.
Traiga la vid su gozo, y su revuelo
en las campiñas traigan los trigales,
que ya son nuestros panes celestiales
y nuestros vinos son sangre del cielo.
Que la azucena y la gayomba cante[29],
y el pífano, el tambor y la campana,
cuanto en flor o sonido se pronuncia,
porque viene, dulcísimo y vibrante,
el Señor de la era y la mañana
por un camino de romero y juncia.