XXVI
Yo sólo sé escribir esto
porque no sé hacer otra cosa,
tan perdido como siempre he andado,
porque no sé más que andar perdido,
porque no sé hacer otra cosa,
tan a tientas, golpeando el muro,
por si golpeando el muro llego a alguna parte,
tentando el muro. No sé hacer otra cosa.
Por Dios, por Dios, no sé decir otra cosa.
Por si Dios me enseña otra cosa,
por Dios. Que estás en los cielos.