Agradecimientos
Redactar los agradecimientos siempre crea en mí sentimientos muy dispares. Por una parte, me alegro de haber llevado a término con éxito un nuevo proyecto; por otra, sin embargo, me entristece abandonar a mis protagonistas, a quienes, pese a que han llevado una vida meramente virtual, he ido tomando mayor cariño con cada una de las páginas en las que aparecen. Al colocar la palabra FIN en mi relato cesan mis oportunidades de escribir para ellos soluciones a sus dificultades, situaciones en las que puedan reír o imaginar alguna idea salvadora. Por decirlo de otro modo: tengo que liberarlos por completo de mi tutela.
Incluso el lugar en el que transcurre la acción se me torna más familiar con cada paso que dan mis protagonistas. Casi tengo la impresión de que yo mismo he vivido allí durante un tiempo.
En esta ocasión me encontré necesitado en mayor medida que en mis historias anteriores de los consejos y la ayuda de la policía, y descubrí que resultó muy acertado haber seleccionado como escenario la ciudad de Aquisgrán.
Les debo gratitud.
A los y las agentes de la comisaría criminal de Aquisgrán, que me ofrecieron ayuda y apoyo, y que, en el instante mismo en el que me surgían dudas acerca del trabajo policial, allí estaban con sus consejos e informaciones.
Al señor Herbert Prömper de Aquisgrán, que me ayudó mucho con sus exhaustivos conocimientos sobre la ciudad.
A mi mujer, Heike, que, como en cada uno de mis proyectos, me protege creando para mí el espacio que necesito para investigar y escribir.
A todos aquéllos que en la fase más ardiente de la creación me perdonan que me olvide de ellos.
A mi lector, Volker Janck, por su enriquecedora lectura.
A todo el equipo de la editorial Fischer por su maravilloso apoyo.
A mi agente, Joachim Jessen, por ocuparse de todas esas cosas de las que, gracias a Dios, ya no he de ocuparme yo.
A Andrea Kammann de Büchereule (www.buechereule.de), que en su plataforma se implica de forma personal en temas relacionados con los libros y les ofrece a los autores y autoras con su gestión de círculos de lectura una oportunidad magnífica de entrar en contacto directo con sus lectores y lectoras.
A todos los demás que me apoyaron y ayudaron, activa o pasivamente.
Y, en especial, a usted, amado lector, amada lectora, por interesarse por mis libros.