Olisqueando, Birka se abrió camino por detrás de una de las butacas verdes. Marian la agarró por las patas traseras y tiró de ella.

—¿Qué es lo que resulta tan interesante ahí? —En el suelo, detrás del respaldo, había una foto rota. El cristal había saltado por el suelo y había trozos debajo de la butaca.

—¡Cuidado con tus patas, Birka! ¡Apártate! —Marian se puso en cuclillas y recogió la foto. Era de un chico y de una niña con un gran lazo. La niña era completamente rubia, pero sus ojos eran los de Birgit Willmann. Estaba descolorida. Se incorporó para acercarse a la pared donde colgaban los restantes retratos de familia. Las había visto antes; fotos de bodas y confirmaciones, pero esta no. No estaba allí en su anterior visita. ¿Tendría algo que ver con Sebastian? Tuvo un escalofrío. Juha estaba en la puerta sin decir una palabra. Sabía cuándo debía quedarse callado.

Marian fue con prisa a la cocina llevando la foto en la mano. Unos rayos del sol del atardecer iluminaban el hule que cubría la mesa. Todo estaba limpio y ordenado, pero una mosca muerta colgaba de la cortina y algunas hormigas corrían por la encimera. Desde la ventana de la cocina había una vista completa de la casa de Roy. Notó de pronto que la sensación de pesadez se había esfumado. Tal vez los bajos niveles de serotonina de su cerebro habían sido remplazados por adrenalina. El caso recorría su cuerpo como una infección. Volvió al salón.

—Te puedes ir, Juha, coge la bici y ve a casa a seguir trabajando en la piscina.

Juha se marchó. Oyó que la pequeña cancela del jardín se cerraba tras él y fue a echar el pestillo de la puerta del jardín. En ese instante se oyó un ruido procedente del piso de arriba, y la perra se quedó detenida en posición de escucha. Marian fue con tiento hacia la escalera. ¿Había alguien en casa después de todo o sencillamente se oía a los vecinos? Birka se dio la vuelta y se quedó mirándola, como si pidiera permiso para subir. Marian susurró:

—Ve —y se quedó mirando a Birka. Luego puso el pie, calzado con una deportiva blanca, sobre el primer escalón.