Agradecimientos
En primer lugar, a Pablo Álvarez, a Gonzalo Albert, a Ana Lozano y a todo el excelente equipo de Suma de Letras por su trabajo, por creer en la novela y apostar con toda la ilusión.
A Gabriela, mi mujer, excelente documentalista, por su apoyo incondicional y porque lo llena todo en mi vida.
Al pequeño Diego, Sergio y Yago, mis hijos, por las horas robadas.
A José Buíll y Borja Pérez Arauna, compañeros de tertulia. Por su permanente soporte y reconocimiento.
A mi querida madre, lectora infatigable desde siempre, que me inculcó la pasión por la lectura.
A Guillermo Dionis, por su generosidad y sabiduría.
A Risto Mejide, por transmitirme excelentes consejos.
A Karina y Alba García Hurtado, por sus valiosas opiniones.
A Juan Ignacio Alonso, por creer en la novela desde el primer día.
A Lorenzo Mendieta, por su confianza y su espíritu emprendedor, que me llevaron a trabajar y a vivir en Nueva York.
A Joaquín Lorente, por su ayuda y juiciosos comentarios.
A Fernando Rodríguez, vecino y amigo, por su permanente interés.
Y por último a mi padre, que lo dio todo por nosotros y nos abandonó demasiado joven; descanse en paz.