DÍA 8
Domingo, 28 de octubre de 2012
«La investigación prolongada: esta fase del proceso investigativo se produce cuando se hace evidente que no se va a poder localizar al niño con celeridad tras agotarse las pistas más inmediatas […]. Aunque algunos observadores externos pueden ver esta fase como un periodo de espera pasiva hasta el descubrimiento de nueva información, en realidad en ese momento a las fuerzas de seguridad se les presenta la oportunidad de reestructurar su plan investigador de manera lógica, coherente y tenaz, y es posible que eso lleve algo más adelante a la recuperación del niño y el arresto de su secuestrador».
Findlay, Preston, y Lowery, Robert G Jr. (eds.). Missing and Abducted Children: A Law-Enforcement Guide to Case Investigation and Program Management (Secuestro y desaparición infantil: guía para las fuerzas de seguridad sobre investigación de casos y gestión de programas). Centro Nacional contra la Explotación y el Secuestro Infantil. Cuarta edición. Informe de la Oficina de Justicia y Prevención de la Delincuencia Juvenil, 2011.
«Las investigaciones revelan que los secuestradores muy pocas veces “acechan” a su víctima. Normalmente lo que tienen es una extraordinaria habilidad a la hora de manipular y atraer a los niños. Esas formas de atracción incluyen, entre otras, la solicitud de ayuda para encontrar a una mascota perdida o para hacer frente a una emergencia, la interpelación directa de la víctima llamándola por su nombre, el engaño haciéndose pasar por una figura de autoridad o el establecimiento de contacto con la víctima a través de servicios de chat de internet».
Dalley, Marlene L., y Ruscoe, Jenna. The Abduction of Children by Strangers in Canada: Nature and Scope (Menores secuestrados por extraños en Canadá: naturaleza y alcance), Servicio Nacional para la Desaparición de Menores, Servicio Nacional de Policía, Real Policía Montada de Canadá, diciembre de 2003.