61
Jabba estaba tendido de espaldas con medio cuerpo en el interior de la CPU desmantelada de un ordenador central. Sujetaba una delgada linterna entre los dientes, una varilla de soldadura en la mano, y tenía un plano apoyado sobre la barriga. Acababa de ensamblar un nuevo conjunto de reguladores de amplitud de la señal eléctrica a una placa madre defectuosa cuando su móvil sonó.
—Mierda —maldijo mientras buscaba el aparato entre un amasijo de cables—. Jabba al habla.
—Jabba, soy Midge.
Sonrió.
—¿Dos veces en una noche? La gente empezará a hablar.
—Criptografía tiene problemas.
La mujer parecía nerviosa.
Jabba frunció el ceño.
—Ya hemos hablado de esto, ¿recuerdas?
—Es un problema de suministro de energía.
—No soy electricista. Llama a Mantenimiento.
—La cúpula está a oscuras.
—Imaginas cosas. Vete a casa.
Jabba miró el plano.
—¡Totalmente a oscuras! —chilló la mujer.
El hombre suspiró y dejó en el suelo la linterna.
—Midge, para empezar, hay un generador auxiliar. Es imposible que Criptografía se quede totalmente a oscuras. En segundo lugar, Strathmore goza de una mejor vista de Criptografía que yo ahora. ¿Por qué no le llamas?
—Porque lo que está sucediendo esta relacionado con él. Oculta algo.
Jabba puso los ojos en blanco.
—Midge, cariño, estoy hasta las cejas de cables. Si quieres que quedemos en plan ligue, voy enseguida. Si no, llama a Mantenimiento.
—Hablo, en serio, Jabba. Lo presiento.
¿Lo presiente? Era evidente, pensó Jabba, Midge estaba sufriendo otra de sus paranoias.
—Si a Strathmore no le preocupa la situación, a mí tampoco.
—¡Criptografía está completamente a oscuras, maldita sea!
—Quizá Strathmore quiere contemplar las estrellas.
—¡No estoy para bromas, Jabba!
—De acuerdo, de acuerdo —gruñó él, y se incorporó sobre un codo—. Quizás un generador ha sufrido un cortocircuito. En cuanto haya terminado aquí, me dejaré caer por Criptografía y…
—¿Qué me dices del generador auxiliar? —preguntó Midge—. Si un generador falla, ¿por qué el otro no entra en funcionamiento?
—No lo sé. Quizá Strathmore mantuvo en funcionamiento Transltr y el consumo de electricidad supera la capacidad del generador auxiliar.
—¿Y por qué no aborta lo que está haciendo Transltr? Puede que sea un virus. Antes dijiste algo acerca de un virus.
—¡Joder, Midge! —estalló Jabba—. ¡Ya te dije que no hay ningún virus en Criptografía! ¡No te pongas paranoica!
Siguió un largo silencio.
—Perdona —se disculpó—. Te lo voy a explicar. —Habló con voz tensa—. En primer lugar, tenemos Manopla. Ningún virus podría pasar. En segundo, si hay un fallo del suministro de energía, está relacionado con el hardware. Los virus no afectan al suministro de energía, atacan el software y los datos. Lo que hay en Criptografía no puede ser un virus.
Silencio.
—Midge, ¿estás ahí?
La respuesta de la mujer fue gélida.
—Jabba, tengo un trabajo que hacer. No espero que me riñan por hacerlo. Cuando llamo para preguntar por qué una instalación multimillonaria está a oscuras, espero una respuesta profesional.
—Sí, señora.
—Un sí o un no serán suficientes. ¿Es posible que el problema de Criptografía esté relacionado con un virus?
—Midge, ya te he dicho…
—Sí o no. ¿Podría tener un virus Transltr?
Jabba suspiró.
—No, Midge. Es totalmente imposible.
—Gracias.
El hombre forzó una carcajada y trató de aligerar la tensión.
—A menos que creas que Strathmore programó uno y burló mis filtros.
Silencio ominoso. Cuando Midge habló, su voz tenía un tono extraño.
—¿Strathmore puede saltarse Manopla?
Jabba suspiró.
—Era una broma, Midge.
Pero sabía que era demasiado tarde.