73

24

Súplica litánica Aquel primer latigazo divino, de agua bendita contra el demonio, apenas hizo reaccionar el cuerpo de Aisha, que seguía quieto pero resistente.

- Imploro humildemente la misericordia de Dios todopoderoso para que, movido por la intercesión de todos los Santos, escuche piadoso la voz de su Iglesia en favor de nuestra hermana musulmana Aisha Cupina que está gravemente oprimida por el demonio. -¡Cura, me olvidaba del segundo plato! Sobre la sartén echaba unos polvos, el condimento típico de la región de Fo a, poniendo duro el embutido: una salchicha serbia, un salchichón, una butifarra, una longaniza y una morcilla. -Abrió los ojos como si acabara de recibir una sorpresa-. ¡Vaya, se me olvidó que en Serbia no hay comidas morcillonas!

La estrepitosa carcajada del demonio se ahogaba en su maldita verborrea.

Oh Dios todopoderoso y misericordioso, concede a Aisha Cupina la indulgencia, la absolución y el perdón de sus pecados.

Cogí el Santo Rosario que llevaba colgado del cordón de mi cintura. El tacto agradable, benefactor y protector de su madera era indescriptible.

Rodeé la cama y me situé a la izquierda de Aisha, de manera que ella fuera consciente de que a mi espalda estaba el icono del Cristo de San Damián.

Me arrodillé y comencé a recitar las letanías, sujetando con firmeza el Santo Rosario.

- Señor, ten piedad. Cristo, ten piedad. Señor, ten piedad. -La fetidez de su aliento era evidente. De su boca salía un olor nauseabundo-. Santa María, Madre de Dios, ruega por ella. San Francisco de Asís, ruega por ella. Santos Miguel, Gabriel y Rafael, rogad por ella. Todos los Santos Ángeles de Dios, rogad por ella…

- Dragan cocinó todos los días. Sació la gula de Aisha. No hay nada como una buena sardina con sus dos inseparables huevos fritos… de tanto verterse… -Bostezó e hizo un gesto falso de cansancio y aburrimiento. Una pose del demonio, que nunca descansaba.

- Muéstrate favorable, líbrala, Señor. De todo mal, líbrala, Señor. De todo pecado, líbrala, Señor.

- Ella siempre le ofrecía a Dragan su cóctel marinero, que llevaba mejillón, coquina, almeja, bacalao, chirla. -Risillas y más risillas del demonio-. ¡Vaya, en los Balcanes no había mariscos por aquellas fechas! Pero sí una buena seta, una castaña, una breva y un higo. ¡Ay, no sé que digo! -Cortó su risita de raíz-. A Dragan le encantaba el tacto de los limones y los melones antes de comérselos. Aisha sólo miraba durante el postre. No comía, porque Dragan ya le había metido en el cuerpo todas las vitaminas que podía digerir.

- De las asechanzas del diablo, líbrala, Señor… Tú que libraste a los atormentados por espíritus inmundos, ten piedad de ella. Tú que diste a tus discípulos el poder sobre los demonios, ten piedad de ella… Para que nos escuches, te ruego, óyeme. Cristo, óyeme.

Cristo, escúchame.

Había provocado que el cuerpo de Aisha estuviera tenso y agarrotado.

Concluida la letanía, me levanté y recé una oración.

Había un ligero olor a azufre en el ambiente. Y no se trataba de mera sugestión.

- Oh Dios, que te alegras en el perdón y la misericordia.

- Dragan siempre se tomaba un café después del almuerzo, sin separarse de Aisha. ¡Menudo empujaleches! A él no le gustaban los cafés solos. -Dio una última carcajada, rápida e inexpresiva-. Dragan Talomir no dejaba un bollo sin mojar en leche fresca y

Europa bonita
titlepage.xhtml
sec_0001.xhtml
sec_0002.xhtml
sec_0003.xhtml
sec_0004.xhtml
sec_0005.xhtml
sec_0006.xhtml
sec_0007.xhtml
sec_0008.xhtml
sec_0009.xhtml
sec_0010.xhtml
sec_0011.xhtml
sec_0012.xhtml
sec_0013.xhtml
sec_0014.xhtml
sec_0015.xhtml
sec_0016.xhtml
sec_0017.xhtml
sec_0018.xhtml
sec_0019.xhtml
sec_0020.xhtml
sec_0021.xhtml
sec_0022.xhtml
sec_0023.xhtml
sec_0024.xhtml
sec_0025.xhtml
sec_0026.xhtml
sec_0027.xhtml
sec_0028.xhtml
sec_0029.xhtml
sec_0030.xhtml
sec_0031.xhtml
sec_0032.xhtml
sec_0033.xhtml
sec_0034.xhtml
sec_0035.xhtml
sec_0036.xhtml
sec_0037.xhtml
sec_0038.xhtml
sec_0039.xhtml
sec_0040.xhtml
sec_0041.xhtml
sec_0042.xhtml
sec_0043.xhtml
sec_0044.xhtml
sec_0045.xhtml
sec_0046.xhtml
sec_0047.xhtml
sec_0048.xhtml
sec_0049.xhtml
sec_0050.xhtml
sec_0051.xhtml
sec_0052.xhtml
sec_0053.xhtml
sec_0054.xhtml
sec_0055.xhtml
sec_0056.xhtml
sec_0057.xhtml
sec_0058.xhtml
sec_0059.xhtml
sec_0060.xhtml
sec_0061.xhtml
sec_0062.xhtml
sec_0063.xhtml
sec_0064.xhtml
sec_0065.xhtml
sec_0066.xhtml
sec_0067.xhtml
sec_0068.xhtml
sec_0069.xhtml
sec_0070.xhtml
sec_0071.xhtml
sec_0072.xhtml
sec_0073.xhtml
sec_0074.xhtml
sec_0075.xhtml
sec_0076.xhtml
sec_0077.xhtml
sec_0078.xhtml
sec_0079.xhtml
sec_0080.xhtml
sec_0081.xhtml
sec_0082.xhtml
sec_0083.xhtml
sec_0084.xhtml
sec_0085.xhtml
sec_0086.xhtml
sec_0087.xhtml
sec_0088.xhtml
sec_0089.xhtml
sec_0090.xhtml
sec_0091.xhtml
sec_0092.xhtml
sec_0093.xhtml
sec_0094.xhtml
sec_0095.xhtml
sec_0096.xhtml
sec_0097.xhtml
sec_0098.xhtml
sec_0099.xhtml
sec_0100.xhtml
sec_0101.xhtml
sec_0102.xhtml
sec_0103.xhtml
sec_0104.xhtml
sec_0105.xhtml
sec_0106.xhtml
sec_0107.xhtml
sec_0108.xhtml
sec_0109.xhtml
sec_0110.xhtml
sec_0111.xhtml