EL DESTELLO DELATOR

Para diagnosticar una infección bacteriana hay que identificar las bacterias concretas que están presentes. Hay que tomar una muestra del fluido corporal, cultivar las bacterias que puede contener, y estudiarlas. Al cabo de unos días se podrá saber qué bacterias han causado la infección y decidir lo que hay que hacer. Es posible que dentro de unos años se pueda hacer todo esto en diez minutos y conocer el resultado gracias a un destello luminoso, un destello de una luz muy especial que no emite calor.

Por lo general asociamos la luz con el calor. Si algo se calienta lo suficiente, irradia luz. La manera habitual de producir esto es quemando algo. La combinación de combustible y oxígeno desprenderá calor y luz. O podemos hacer pasar una corriente eléctrica por un filamento fino y resistente, que se calentará y emitirá luz. Esta «luz incandescente» es ineficaz, porque la mayor parte de la energía se pierde en calor.

Recientemente se ha descubierto una manera práctica de lanzar luz ultravioleta sobre ciertos polvos que absorben el ultravioleta y desprenden después la energía ganada con luz visible, produciendo muy poco calor. Esta «luz fluorescente» es más eficaz que la luz incandescente.

Pero en este terreno la naturaleza se nos ha adelantado en millones de años. Hay formas de vida, especialmente bacterianas y en su mayoría marinas, que irradian una luz llamada «bioluminiscente», sin desprender calor alguno. Este fenómeno es raro en tierra, aunque tenemos las luciérnagas que emiten periódicamente una pálida luz por el abdomen. Lo hacen sobre todo como señal para encontrarse con fines de apareamiento. Esto interesa no sólo a los biólogos sino también a los químicos, que quieren saber cómo puede producirse aquella luz.

La luciérnaga posee un compuesto bastante raro llamado «luciferina» (del latín «portador de luz»). Ordinariamente no hace nada pero en presencia de una enzima llamada «luciferasa» (también presente en las luciérnagas) puede reaccionar fácilmente con una molécula de trifosfato de adenosina (ATP). Esta sustancia está presente en todas las células vivas sin excepción, desde la de las bacterias hasta las de los seres humanos.

El ATP es un compuesto de «alta energía», y su función en las células es llevar un poco de energía a los sitios donde es necesaria (razón por la cual tiene que estar presente en todas partes y no podamos vivir sin ella). Cuando el ATP transfiere un poco de energía a la molécula luciferina, ésta se transforma en una molécula ligeramente diferente, llamada «oxiluciferina». La oxiluciferina, que ha recibido energía de esta manera, es bastante inestable y tiene una fuerte tendencia a liberar aquella energía extra y volver a convertirse, casi inmediatamente, en la más estable y menos energética luciferina.

En las células vivas se forman toda clase de moléculas energéticas, que generalmente pasan su energía a otras moléculas, que a su vez la pasan a otras, y así sucesivamente. Estos juegos malabares de energía, de molécula a molécula, hacen posibles todas las complejas reacciones que caracterizan el estado vivo. En este proceso se produce cierta cantidad de calor, que en el caso de las aves y de los mamíferos mantiene la temperatura del cuerpo bastante alta y constante.

Pero la oxiluciferina es excepcional. Su energía no pasa a otras moléculas, sino que es despedida como un pequeño destello y sin producir calor. Esta insólita acción no se limita al interior de las células de la luciérnaga. La luciferina y la luciferasa pueden ser extraídas fácilmente de ella. Si se añade un poco de ATP a una solución de estos materiales, la luciferina se transforma en oxiluciferina, que se descompone de nuevo en luciferina, de modo que toda la solución empieza a resplandecer.

Ahora bien, supongamos que sumergimos un palito en una muestra de orina y después en una mezcla de luciferina y luciferasa. La orina normal tiene poco o nada de ATP, lo cual quiere decir que nada le ocurrirá a la mezcla de luciferina y luciferasa. Pero ¿y si hay una infección en las vías urinarias que hace que células bacterianas (y por tanto ATP) estén presentes en la orina? En tal caso, la mezcla de luciferina y luciferasa emitirá luz.

Para hacer más delicada la prueba, se trata la orina para destruir todo el ATP que pueda tener y que no sea el que está presente en las células bacterianas. Tampoco nos fiaremos de la vista para ver la luz, sino que emplearemos aparatos especiales que pueden no sólo detectar la luz sino medir exactamente su brillo. Cuanto más brillante sea la luz, más alta será la concentración de bacterias.

Naturalmente todas las bacterias aportarán ATP y producirán aquella luz, pero se pueden emplear antibióticos que destruyan ciertas bacterias que no interesen dejando aquellas que sí interesan, y haciendo así que la prueba con luciferina y luciferasa sea específica.

De esta manera se puede comprobar con rapidez y precisión si hay contaminación bacteriana, por ejemplo, en toda clase de comidas y bebidas. Así se podría comprobar mucho más fácilmente si los huevos y los pollos tienen salmonela, infección que ha sido particularmente grave y a veces hasta fatal.

Todavía hay que recorrer más camino para que las pruebas sean prácticas y exactas, pero el principio está aquí.

Fronteras
cubierta.xhtml
sinopsis.xhtml
titulo.xhtml
info.xhtml
dedicatoria.xhtml
Introduccion.xhtml
I.xhtml
Capitulo1.xhtml
Capitulo2.xhtml
Capitulo3.xhtml
Capitulo4.xhtml
Capitulo5.xhtml
Capitulo6.xhtml
Capitulo7.xhtml
Capitulo8.xhtml
Capitulo9.xhtml
Capitulo10.xhtml
II.xhtml
Capitulo11.xhtml
Capitulo12.xhtml
Capitulo13.xhtml
Capitulo14.xhtml
Capitulo15.xhtml
Capitulo16.xhtml
Capitulo17.xhtml
Capitulo18.xhtml
Capitulo19.xhtml
Capitulo20.xhtml
Capitulo21.xhtml
Capitulo22.xhtml
Capitulo23.xhtml
Capitulo24.xhtml
Capitulo25.xhtml
Capitulo26.xhtml
Capitulo27.xhtml
Capitulo28.xhtml
Capitulo29.xhtml
Capitulo30.xhtml
Capitulo31.xhtml
Capitulo32.xhtml
Capitulo33.xhtml
Capitulo34.xhtml
Capitulo35.xhtml
Capitulo36.xhtml
III.xhtml
Capitulo37.xhtml
Capitulo38.xhtml
Capitulo39.xhtml
Capitulo40.xhtml
Capitulo41.xhtml
Capitulo42.xhtml
Capitulo43.xhtml
Capitulo44.xhtml
Capitulo45.xhtml
Capitulo46.xhtml
Capitulo47.xhtml
Capitulo48.xhtml
Capitulo49.xhtml
Capitulo50.xhtml
Capitulo51.xhtml
Capitulo52.xhtml
Capitulo53.xhtml
Capitulo54.xhtml
Capitulo55.xhtml
Capitulo56.xhtml
Capitulo57.xhtml
Capitulo58.xhtml
Capitulo59.xhtml
Capitulo60.xhtml
Capitulo61.xhtml
Capitulo62.xhtml
Capitulo63.xhtml
Capitulo64.xhtml
Capitulo65.xhtml
Capitulo66.xhtml
IV.xhtml
Capitulo67.xhtml
Capitulo68.xhtml
Capitulo69.xhtml
Capitulo70.xhtml
Capitulo71.xhtml
Capitulo72.xhtml
Capitulo73.xhtml
Capitulo74.xhtml
Capitulo75.xhtml
Capitulo76.xhtml
Capitulo77.xhtml
Capitulo78.xhtml
Capitulo79.xhtml
Capitulo80.xhtml
Capitulo81.xhtml
Capitulo82.xhtml
Capitulo83.xhtml
Capitulo84.xhtml
Capitulo85.xhtml
Capitulo86.xhtml
Capitulo87.xhtml
Capitulo88.xhtml
Capitulo89.xhtml
Capitulo90.xhtml
Capitulo91.xhtml
Capitulo92.xhtml
Capitulo93.xhtml
Capitulo94.xhtml
Capitulo95.xhtml
Capitulo96.xhtml
Capitulo97.xhtml
V.xhtml
Capitulo98.xhtml
Capitulo99.xhtml
Capitulo100.xhtml
Capitulo101.xhtml
Capitulo102.xhtml
Capitulo103.xhtml
Capitulo104.xhtml
Capitulo105.xhtml
Capitulo106.xhtml
Capitulo107.xhtml
Capitulo108.xhtml
Capitulo109.xhtml
Capitulo110.xhtml
Capitulo111.xhtml
Capitulo112.xhtml
Capitulo113.xhtml
Capitulo114.xhtml
Capitulo115.xhtml
Capitulo116.xhtml
Capitulo117.xhtml
Capitulo118.xhtml
Capitulo119.xhtml
Capitulo120.xhtml
Capitulo121.xhtml
Capitulo122.xhtml
autor.xhtml