LA LUNA DESCENDENTE DE MARTE
Debe de haber muchos niños que miran la Luna y se preguntan por qué no cae.
Pues no cae. Por el contrario, se aleja poco a poco de nosotros. Pero hay otras lunas que están cayendo. A finales de 1988, tres astrónomos británicos, desde un observatorio de las islas Canarias, llevaron a cabo unas mediciones de los movimientos de Fobos, una de las lunas de Marte, que hacen que el asunto sea indiscutible.
Consideremos primero nuestra Luna. La Luna se mueve en órbita alrededor de la Tierra, y si fuese una esfera perfecta y la Tierra también lo fuese, y no hubiese interferencias desde el exterior, la Luna seguiría en su órbita, sin cambiar, durante un período indefinido.
Pero la Luna tira del lado más próximo de la Tierra con más fuerza que del lado más lejano, y esta diferencia da lugar a la aparición de mareas, fenómeno que por ello se denomina «efecto de marea». El efecto de marea de la Luna hace que aparezca un abultamiento en lados opuestos de la superficie de la Tierra.
La Luna tira de aquel abultamiento, y el abultamiento tira de la Luna. Sin embargo, la Tierra gira sobre su eje en un día, y la Luna gira alrededor de la Tierra en 27,33 días. Esto significa que el abultamiento tiende a ser arrastrado por la rotación de la Tierra, de manera que siempre está ligeramente por delante de la Luna.
Esto quiere, decir que la Luna tira hacia atrás del abultamiento, tendiendo a retrasar la rotación de la Tierra, mientras que aquél tira de la Luna, tendiendo a aumentar su velocidad.
El efecto es muy pequeño, pero se puede medir. Debido al efecto de marea, el día de la Tierra se alarga un segundo cada 62 500 años.
Esto no va a afectarnos perceptiblemente durante nuestra vida, ni siquiera en toda la duración de nuestra civilización, pero se va acumulando.
Hace 400 millones de años, el día duraba sólo 22 horas y 13 minutos, de modo que el año tenía 395 días. (El efecto de marea no cambia la duración del año.) Esto se ha demostrado gracias a restos fosilizados de coral. Como los depósitos de calcio en el coral crecen diariamente, más deprisa de día que de noche, y más en verano que en invierno, producen algo parecido a los anillos de los árboles, y los fósiles de 400 millones de años demuestran irrebatiblemente que el día era entonces mas corto.
De la misma manera, la Luna, que está continuamente obligada a moverse un poco más deprisa, tiene una órbita que se extiende hacia fuera a causa de este movimiento más rápido. Después de cada revolución, la Luna está aproximadamente dos milímetros más cerca de la Tierra. Esto no es suficiente para advertirlo de una revolución a otra, pero también se va acumulando.
Así, vista desde la Tierra, la Luna es un disco aproximadamente del mismo tamaño que el del Sol, visto también desde la Tierra. Esto significa que de vez en cuando la Luna pasa por delante del Sol (tal como lo vemos desde la Tierra) y presenciamos un bello eclipse total. Pero al apartarse la Luna de la Tierra, su tamaño aparente disminuye mientras que el del Sol no varía.
Dentro de unos 750 millones de años la Luna parecerá lo bastante pequeña como para que nunca vuelva a haber un eclipse total de Sol, ya que éste no quedará del todo cubierto por el disco de la Luna. Pero creo que deberíamos considerar un futuro muy lejano para preocuparnos por esto.
¿Y qué decir de Fobos, el satélite más cercano a Marte? Es un pequeño cuerpo en forma de patata, de unos 27 kilómetros en su diámetro más largo. Gira alrededor de Marte a sólo 9340 kilómetros de su superficie. También produce un abultamiento en la superficie de Marte, por un efecto de marea.
Como Fobos es mucho más pequeño que nuestra Luna, produce un abultamiento más pequeño, que tiene muy poco efecto sobre Marte. En cambio el pequeño abultamiento de éste produce un gran efecto sobre el pequeño satélite.
Marte gira sobre su eje en 24,5 horas. En cambio Fobos está tan cerca de Marte (mucho más cerca de lo que está la Luna de nosotros) que gira a su alrededor en sólo 7,65 horas.
Fobos se adelanta en su carrera a la superficie de Marte, saliendo por el oeste y poniéndose por el este. Aquel movimiento hace que se adelante ligeramente al abultamiento que produce, de modo que su fuerza de atracción gravitatoria acelera muy ligeramente la rotación de Marte, mientras que el abultamiento de éste tira de Fobos y lo frena.
Al disminuir la velocidad de rotación, Fobos se acerca cada vez más a Marte. Cada año pasa 3,8 centímetros más cerca de Marte, y su período de rotación disminuye unas pocas centésimas de segundo. Las mediciones efectuadas desde las islas Canarias, a finales de 1988, demuestran que en los últimos diez años Fobos se ha acercado 35 centímetros a Marte.
Y cuanto más se acerca, más crece el abultamiento y más rápidamente pierde altura Fobos. En definitiva, al acercarse más a Marte, la intensificación del campo gravitatorio de éste destrozará a Fobos, que caerá en fragmentos sobre el planeta.
Fobos ha estado girando alrededor de Marte tal vez durante miles de millones de años, y ahora tenemos la apasionante ocasión de verle en las últimas fases de su vida.
Estas últimas fases, cortas para un astrónomo, serían largas para cualquiera, desde luego. Todavía han de pasar unos 38 millones de años antes de que Fobos se fragmente y caiga, así que no se asusten ustedes.