LA FIDELIDAD DE LA MEMORIA

ESCRIBIR extensamente sobre acontecimientos ocurridos años atrás, y aun contando con notas tomadas en aquel momento, no garantiza la fidelidad del recuerdo. Es esto lo que denunciaba Carlos Sanjuán, exsecretario general del PSOE de Andalucía, en una larga carta que me envió con fecha 12 de febrero de 2007 y provocada por unas pocas líneas del libro Dejando atrás los vientos. Muestra Carlos su pesar por la manera simple de despachar dos acontecimientos vividos en el PSOE de Andalucía: la sustitución de Rodríguez de la Borbolla en la secretaría general del partido, y su posterior relevo como candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía.

Sólo puedo contestar a su crítica que sus aclaraciones responden mucho mejor que mis párrafos a la verdad de lo sucedido. Para dejar constancia de mi error quiero reproducir unos párrafos de aquella carta:

Parece conveniente recordar para valorar el porqué de esa decisión que la sustitución de Rodríguez de la Borbolla en el año 1988 como secretario general del PSOE de Andalucía y mi elección como secretario general fue, simplificando, la consecuencia de la contraposición de dos modelos de partido:

El que podríamos llamar federal, que mantenía el criterio de la prevalencia de la Ejecutiva Federal sobre las Ejecutivas Regionales o Autonómicas en defensa de un programa y de una política común para todo el Estado; defendía la autonomía del partido respecto de las instituciones que gobernaba sin perjuicio de su defensa y de la necesidad de una actuación coordinada; su derecho a tener voz propia y no simplemente ser eco de la voz de las instituciones que gobernaba; a vigilar y defender el cumplimiento del programa electoral; a no perder de vista que su objetivo último era cambiar la sociedad, conseguir una sociedad cada vez más justa de «hombres libres, honrados e inteligentes».

El que podríamos llamar institucional: que defendía la supremacía del poder institucional sobre el poder orgánico del partido; entendía que una vez conseguido el poder político el partido nada tenía que hacer ni que decir respecto del Gobierno de las instituciones; «Se gobierna desde la Moncloa y no desde Ferraz» y, por consiguiente, el partido nada tenía que decir con relación a la forma y actuación de su Gobierno, ni siquiera con relación al cumplimiento o no del programa electoral. El partido estaba sólo y una vez conseguido el poder para aplaudir a su Gobierno.

La consecuencia de este modelo, o más bien el corolario que, a nivel general, la mal llamada renovación impuso, fue que el que ostentaba el poder institucional tenía que ostentar también el poder orgánico del partido. Así lo que se hace desde el Gobierno nunca podrá discutirse ni criticarse desde el partido, pasando a considerarse legítima, al menos ha dejado de estar mal vista, la más que evidente corrupción de utilizar ese poder institucional para controlar y acallar al partido y así perpetuarse en el poder. A nivel autonómico ese modelo general tiene también la nefasta consecuencia de considerar a las federaciones o partidos de nacionalidad o región, si de éstas al final queda alguna, prácticamente autónomos respecto de la Ejecutiva Federal y con libertad para hacer, en su ámbito, la política que mejor creen responde a los intereses de su Comunidad con abstracción de lo que pueda opinar la Ejecutiva Federal.

Un detallado relato, que no transcribo por su longitud, en el que Carlos Sanjuán da cuenta de la oposición de Felipe González a la sustitución en la presidencia de la Junta de Rodríguez de la Borbolla por Manuel Chaves, y la interferencia de Carlos Solchaga y Narcís Serra en el proceso, y que termina describiendo el mismo proceso en el nuevo presidente Manuel Chaves, es decir, el intento de controlar el partido desde las instituciones, hasta lograr su secretaría general:

Quizás algún día alguien escriba sobre ese período y se pregunte cómo pudo ocurrir que una persona que había defendido la conveniencia de que el poder orgánico del partido y el institucional de la Junta estuvieran separados y había llegado a ser el presidente de la Junta de Andalucía bajo dicha premisa pasara a hacer todo lo contrario de aquello que había defendido y utilizara hasta los límites más extremos el poder institucional que como presidente de la Junta tenía para directamente o actuando a través de terceros comprar a unos, amenazar o chantajear a otros y perseguir a todos aquellos que no se quisieron plegar a sus deseos para conseguir ser el secretario general y controlar totalmente el partido, dividiendo y debilitando a una organización que no había hecho más que ayudarle como presidente de la Junta; pagando con total deslealtad la lealtad que desde el partido siempre se le tuvo y con total irresponsabilidad la absoluta, y quizás excesiva, responsabilidad de aquellos que lo habían propuesto en su día a la Presidencia de la Junta de Andalucía llevándolo a ostentar esa representación y que cuando se perdió la mayoría absoluta en las elecciones de 1994, callaron por no perjudicar a la organización y para que el PSOE no perdiera el Gobierno de la Junta de Andalucía.

He querido dejar huella escrita de mi equivocada manera, por precipitada e inexacta, de explicar una de las muchas contiendas que se dan en los partidos políticos. La escrupulosa observación a la fidelidad al partido de Carlos Sanjuán en aquellos hechos lo demandaba.

Una página difícil de arrancar
cubierta.xhtml
sinopsis.xhtml
titulo.xhtml
info.xhtml
introduccion.xhtml
Section0001.xhtml
Section0002.xhtml
Section0003.xhtml
Section0004.xhtml
Section0005.xhtml
Section0006.xhtml
Section0007.xhtml
Section0008.xhtml
Section0009.xhtml
Section0010.xhtml
Section0011.xhtml
Section0012.xhtml
Section0013.xhtml
Section0014.xhtml
Section0015.xhtml
Section0016.xhtml
Section0017.xhtml
Section0018.xhtml
Section0019.xhtml
Section0020.xhtml
Section0021.xhtml
Section0022.xhtml
Section0023.xhtml
Section0024.xhtml
Section0025.xhtml
Section0026.xhtml
Section0027.xhtml
Section0028.xhtml
Section0029.xhtml
Section0030.xhtml
Section0031.xhtml
Section0032.xhtml
Section0033.xhtml
Section0034.xhtml
Section0035.xhtml
Section0036.xhtml
Section0037.xhtml
Section0038.xhtml
Section0039.xhtml
Section0040.xhtml
Section0041.xhtml
Section0042.xhtml
Section0043.xhtml
Section0044.xhtml
Section0045.xhtml
Section0046.xhtml
Section0047.xhtml
Section0048.xhtml
Section0049.xhtml
Section0050.xhtml
Section0051.xhtml
Section0052.xhtml
Section0053.xhtml
Section0054.xhtml
Section0055.xhtml
Section0056.xhtml
Section0057.xhtml
Section0058.xhtml
Section0059.xhtml
Section0060.xhtml
Section0061.xhtml
Section0062.xhtml
Section0063.xhtml
Section0064.xhtml
Section0065.xhtml
Section0066.xhtml
Section0067.xhtml
Section0068.xhtml
Section0069.xhtml
Section0070.xhtml
Section0071.xhtml
Section0072.xhtml
Section0073.xhtml
Section0074.xhtml
Section0075.xhtml
Section0076.xhtml
Section0077.xhtml
Section0078.xhtml
Section0079.xhtml
Section0080.xhtml
Section0081.xhtml
Section0082.xhtml
Section0083.xhtml
Section0084.xhtml
Section0085.xhtml
Section0086.xhtml
Section0087.xhtml
Section0088.xhtml
Section0089.xhtml
Section0090.xhtml
Section0091.xhtml
Section0092.xhtml
Section0093.xhtml
Section0094.xhtml
Section0095.xhtml
Section0096.xhtml
Section0097.xhtml
Section0098.xhtml
Section0099.xhtml
Section0100.xhtml
Section0101.xhtml
fotos.xhtml
notas.xhtml