RESPONSABLES Y JARANEROS
UN pequeño lance de la vida política me hizo meditar sobre lo injusto de la atribución de valores y defectos. Se entiende que por naturaleza los partidos de Gobierno (en ejercicio o en expectativa) son responsables, prudentes, comedidos; y que las organizaciones de los trabajadores no son especialmente proclives a considerar las circunstancias que obligan a tener un sentido de la responsabilidad que se considera ausente de los sindicatos.
En la reunión del consejo de redacción de la revista TEMAS para el Debate, el jueves 11 de enero de 2007, el profesor Elías Díaz me mostró su preocupación por que el Partido Popular no participase en la manifestación que preparaban los sindicatos para el sábado 13 contra el terrorismo por el atentado de la terminal 4 del aeropuerto de Barajas. Elías sabía que los del PP exigían que en la pancarta apareciera la palabra «libertad» para poder asistir. Me pareció una excusa para desmarcarse de la protesta, pero atendí el requerimiento de Elías Díaz. Me pedía que hablase con el secretario general de UGT, Cándido Méndez, para que incluyesen la palabra en la pancarta. Aun consciente de las dificultades que rodeaban la preparación de la manifestación (Fidalgo, el secretario general de CC. OO., no era muy partidario de esa demostración —fue el primer índice que me hizo pensar en su acercamiento al PP—), hablé aquella noche con Cándido, una persona por quien siento un gran afecto y reconocimiento por su tarea.
Cándido me expuso los obstáculos que tendría cualquier modificación. Estaban comprometidas entre cien y doscientas asociaciones que no verían con buenos ojos nuevas propuestas que rompiesen los acuerdos a que se había llegado. Al día siguiente, a las diez de la mañana, Cándido Méndez me llamó para comunicarme que cambiaban el lema, introduciendo la palabra «libertad».
Un partido conservador «de orden», Gobierno dos años antes, Gobierno cinco después, saboteando una manifestación; sindicatos, asociaciones sociales comiéndose su orgullo para facilitar que todos participen en un acto de convivencia que condena la violencia. Unos tienen la fama, otros…