Capítulo 5
EL MISTERIO DE MARTE
Marte siempre ha sido un reto y un misterio para el hombre. Las antiguas culturas lo consideraban el dios de la guerra. Su brillante color rojizo iluminó en la imaginación de las personas la idea de que se trataba de un dios bélico.
No fue hasta después del Medievo cuando se descubrió la naturaleza planetaria de Marte, y hasta el siglo XVII no se realizaron los primeros estudios y observaciones de las áreas oscuras de la superficie, casquetes polares, rotación, etc. A finales del siglo XIX, el aristócrata Percival Lowell, gracias a un telescopio más avanzado, pudo ver con claridad una serie de canales que confirmaban las primeras observaciones y dibujos que Giovanni Schiaparelli había hecho de la superficie del planeta en 1877. Las declaraciones de Lowell fueron sorprendentes y encendieron la imaginación de muchos escritores de ciencia ficción que especulaban sobre la posible vida inteligente en Marte.
En 1960 los soviéticos lanzaron la primera misión al planeta rojo, la sonda Marsnik 1960A, pero fallaron estrepitosamente en el lanzamiento. A lo largo de los siguientes 11 años, la Unión Soviética intentó alcanzar el planeta rojo en 11 ocasiones, sin lograr su objetivo. Curiosamente, los norteamericanos, con mucha menos experiencia y con solo tres intentos, consiguieron su objetivo en 1969 con el Mariner VI. La llamada «carrera del espacio» se ponía claramente del lado norteamericano, dejando tras de sí hasta el año 2000 una estela de fracasos: de 35 intentos de llegar a Marte, solamente 10 tuvieron éxito.
Después de la llegada del hombre a la Luna, el éxito más sorprendente se produjo el 20 de julio de 1976, cuando la nave Viking I consigue colocar un satélite en órbita y hacer amartizar un aterrizador o módulo de descenso robotizado para efectuar análisis de la superficie y atmósfera marciana. Las primeras fotografías entregadas por la Viking I son todavía históricas y, misteriosamente, tienen la misma calidad que las presentadas por la moderna Curiosity, un laboratorio rodante con la más alta tecnología actual, lanzada 35 años después.
Lo cierto es que esos miles de imágenes presentadas por las misiones Viking I, Viking II, Pathfinder, Spirit, Opportunity y Curiosity, hechas por robots que han alcanzado con éxito la superficie de Marte, nos muestran un planeta rojizo con unos cielos ocres y un entorno en el que solamente dominan los tonos pardos. En ninguna fotografía encontramos tomas azules o verdes. Eso es lo que la NASA nos muestra. No obstante, algo extraño estaba ocurriendo, ya que en las fotografías, los colores de la bandera norteamericana, en su zona blanca y su zona azul, parecían haber sido teñidos de rojo, como si alguien deliberadamente hubiese colocado un filtro de ese color.