La Segunda Guerra Mundial
La noche del 31 de agosto de 1939 un pequeño grupo de alemanes vestidos con uniformes polacos y dirigidos por el mayor Alfred Naujocks se apoderó de la estación de radio de Gleiwitz, un pueblo por entonces perteneciente a Alemania y actualmente bajo territorio polaco. La operación consistía en simular un ataque del enemigo en territorio alemán. El objetivo era transmitir en el idioma polaco una serie de mensajes radiofónicos con un alto contenido antigermano. Incluso, para dar más realismo a los acontecimientos, asesinaron a una mujer. Este fue el primero de una serie de hostigamientos de falsa bandera con que utilizaron la imagen del enemigo para obtener el beneplácito del pueblo alemán y justificar la posterior invasión de Polonia, acto desencadenante de la Segunda Guerra Mundial.
Como vemos, y recordando las palabras de Maquiavelo en El príncipe, el fin justifica los medios y la historia está llena de falsas banderas con las que se pretende justificar acciones de profundo calado para modificar la realidad y favorecer los intereses de unos pocos. Esta táctica es, en resumidas cuentas, una conspiración. Les pondré a continuación más ejemplos.