La última Cruzada
Desde nuestro punto de vista, todo esto es como una Guerra Santa, como las Cruzadas en las que los Templarios se enfrentaron a Saladino hace casi 1.000 años. Esas Cruzadas escondían un gran secreto y grandes intereses. Estoy seguro de que el petróleo es uno de sus principales objetivos de saqueo, pero hay algo más, algo más tenebroso y oculto, una causa mucho más oscura. Si tomáis los libros sagrados y observáis las guerras, las causas son siempre las mismas. Los dioses que están detrás de las guerras del pasado, y que ya aparecían en el Pentateuco, están también detrás de las actuales, escondidos, encubiertos e invisibles. Su influjo sigue y sigue y el muñeco humano continúa trabajando para sus tenebrosos fines. Pero de este tema en cuestión trataremos más adelante.
Nos hemos centrado en los atentados del 11 de septiembre de 2001, hemos visto como abrumadoras pruebas parecen demostrar que se trata de una «operación de falsa bandera». Lo cierto es que unos años después también vivimos dos terroríficos atentados en Europa repletos de irregularidades y cabos sueltos. Estos fueron los atentados de Madrid del 11 de marzo de 2004 y los de Londres del 7 de julio de 2005. ¿Nuevos casos de falsa bandera? Nosotros opinamos que sí, debido a las extrañas circunstancias que rodearon los hechos.
Evidentemente, si empezamos a mirar con perspectiva la historia del propio ser humano desde sus primeros registros escritos, vemos que constantemente surgen «eventos» que desencadenan catástrofes. Todos esos eventos parecen forjados por una misteriosa mano que acompaña a la raza humana desde la más remota antigüedad, una mano que desde hace 70.000 años se presenta como un ser superior al que las distintas culturas han denominado «dios».