LUGAR AMENO[255]

[Fausto tendido sobre un césped florido, fatigado, inquieto, tratando de conciliar el sueño. Crepúsculo. Coro de espíritus, graciosas figurillas que flotan por los aires.]

CORO [de uno en uno, de dos en dos y muchos a la vez, alternando o a coro].[259]

Cuando los aires se entibian

en torno del verde llano,

dulces aromas, neblinas,

trae el crepúsculo acá abajo.

Dulce paz susurrad quedo

y al alma meced cual niño;

las puertas del día cierro

a los ojos del rendido.

La noche ya ha descendido,

el astro al astro se acerca

luces grandes, lucerillos,

brillan lejos, lucen cerca.

Brilla aquí el mar, que es su espejo,

brilla allá en la noche clara,

de honda dicha pone el sello

la luna, esplendor de plata.

Ya se extinguieron las horas,

adiós dolor y alegría;

has de sanar sin demora,

mira con fe el nuevo día.

Verdean valles, colinas,

puéblanse para dar sombra,

ondulantes y argentinas,

las mieses pronto se cortan.

Si desear deseos procuras

mira hacia aquel resplandor;

frágil es tu ligadura,

es cáscara el sueño: ¡échalo!

Sé valiente y atrevido

mientras la gente vacila;

todo el noble ha conseguido

si entiende y veloz se aplica.

[Un estruendo pavoroso anuncia que se acerca el sol.]

para saludar amables al etéreo crepúsculo;

tú, tierra, también esta noche te mantuviste firme

y alientas revivificada a mis pies;

ya comienzas a rodearme de placer,

ya excitas y provocas en mí la determinación poderosa

de aspirar sin tregua a la existencia suprema.[262]

Ya se abre el mundo bajo un resplandor crepuscular,

el bosque con vida de mil acentos resuena,

fuera y dentro del valle se derraman jirones de niebla,

mas la claridad celestial baja hasta las hondas simas

y ramas y troncos, vivificados, brotan y salen

del abismo nebuloso en que dormían sepultados;

también color sobre color se destaca del fondo

en que flor y hoja temblorosas perlas gotean:

todo cuanto me circunda se convierte en paraíso.

¡Mira arriba! Las gigantescas cumbres montañosas

anuncian ya la hora más solemne;

podrán gozar temprano de la luz eterna

que más tarde acá abajo desciende.

Ahora por los verdes y escarpados prados alpinos

se derrama un nuevo brillo y claridad

que gradualmente hasta abajo va llegando;

¡ya aparece!, y por desgracia, ya cegado,

me vuelvo con los ojos de dolor traspasados.

Así es, entonces, cuando un ansiado anhelo

se abre paso confiado hacia el supremo deseo

viendo de par en par abiertas las puertas del logro;

si de aquellas eternas honduras irrumpe de pronto

un caudal de llamas, en suspenso quedamos;

queríamos encender la antorcha de la vida

y un mar de fuego nos envuelve, ¡y qué fuego!

¿Es amor? ¿Es odio? Ardientes nos rodean

alternando espantosos el dolor y la alegría,

al punto que otra vez la vista a la tierra volvemos

para guarecernos tras el más joven de los velos.

¡Quédese pues el sol a mi espalda!

La cascada que cae estruendosa en la roca

es a quien contemplo con deleite creciente.

De salto en salto va rodando, se derrama

primero en miles y luego en millones de torrentes

lanzando con fragor al aire espuma sobre espuma

Mas ¡cuán majestuoso, nacido de esta tempestad,

construye su bóveda el multicolor arco alternante

ora puramente dibujado, ora borrado en el aire,

esparciendo en derredor fresca aromática lluvia!

Él refleja en su espejo los afanes del hombre.

Medítalo y comprenderás mejor:

en ese polícromo reflejo está nuestra vida.[263]

Fausto
cubierta.xhtml
sinopsis.xhtml
titulo.xhtml
info.xhtml
ilustracion01.xhtml
intro.xhtml
intro_0001.xhtml
intro_0002.xhtml
intro_0003.xhtml
portadilla.xhtml
dedicatoria.xhtml
prologo_01.xhtml
prologo_02.xhtml
ilustracion02.xhtml
parte01.xhtml
ilustracion03.xhtml
parte01_01.xhtml
ilustracion04.xhtml
parte01_02.xhtml
ilustracion05.xhtml
parte01_03.xhtml
ilustracion06.xhtml
parte01_04.xhtml
ilustracion07.xhtml
parte01_05.xhtml
ilustracion08.xhtml
parte01_06.xhtml
parte01_07.xhtml
ilustracion09.xhtml
parte01_08.xhtml
parte01_09.xhtml
parte01_10.xhtml
ilustracion10.xhtml
parte01_11.xhtml
parte01_12.xhtml
parte01_13.xhtml
parte01_14.xhtml
parte01_15.xhtml
ilustracion11.xhtml
parte01_16.xhtml
parte01_17.xhtml
parte01_18.xhtml
parte01_19.xhtml
ilustracion12.xhtml
ilustracion13.xhtml
parte01_20.xhtml
ilustracion14.xhtml
parte01_21.xhtml
ilustracion15.xhtml
parte01_22.xhtml
ilustracion16.xhtml
parte01_23.xhtml
ilustracion17.xhtml
parte01_24.xhtml
parte01_25.xhtml
ilustracion18.xhtml
parte02.xhtml
parte02_acto01.xhtml
parte02_acto01_0001.xhtml
parte02_acto01_0002.xhtml
parte02_acto01_0003.xhtml
parte02_acto01_0004.xhtml
parte02_acto01_0005.xhtml
parte02_acto01_0006.xhtml
parte02_acto01_0007.xhtml
parte02_acto02.xhtml
parte02_acto02_0001.xhtml
parte02_acto02_0002.xhtml
parte02_acto02_0003.xhtml
parte02_acto02_0004.xhtml
parte02_acto02_0005.xhtml
parte02_acto02_0006.xhtml
parte02_acto02_0007.xhtml
parte02_acto03.xhtml
parte02_acto03_0001.xhtml
parte02_acto03_0002.xhtml
parte02_acto04.xhtml
parte02_acto04_0001.xhtml
parte02_acto04_0002.xhtml
parte02_acto04_0003.xhtml
parte02_acto05.xhtml
parte02_acto05_0001.xhtml
parte02_acto05_0002.xhtml
parte02_acto05_0003.xhtml
parte02_acto05_0004.xhtml
parte02_acto05_0005.xhtml
parte02_acto05_0006.xhtml
parte02_acto05_0007.xhtml
notas01.xhtml
notas02.xhtml
notas03.xhtml
notas04.xhtml
notas05.xhtml
notas06.xhtml
notas07.xhtml
notas08.xhtml
notas09.xhtml